martes, 8 de noviembre de 2022

Sensaciones de la derrota con Racing

 Quise tomarme unos días para escribir sobre este partido. Primero, porque fue el último del año para Boca y segundo, para analizarlo con frialdad. Lo primero que quiero decir es que las derrotas siempre duelen, más cuando no lo merecés. Boca jugó un gran primer tiempo y gran parte del segundo y no aprovechó su momento. Ganaba 1-0 con un golazo de Briasco (que la verdad, más allá de haber convertido jugó un partidazo), pero tuvimos la mala suerte de que Rossi no puso las manos firmes en el remate de Rojas a los pocos minutos, en el mejor momento xeneize. Igual a Agustín, con todas las veces que nos salvó, qué le puedo decir...puede fallar, como decía el recordado Tu Sam. El equipo del Negro no jugó relajado, sino como si fuera la final de la Libertadores, pero no hizo los goles. Racing se fue acomodando en el segundo tiempo y Boca ya se quedó sin nafta.

De las jugadas polémicas y el arbitraje de Castrilli, digo, de Tello obvio que voy a hablar. Y acá algún bostero quizás me putee, pero no hubo penal en ninguna de las dos supuestas manos. Vi mil veces la del primer tiempo y si se fijan, en la sombra se detecta que Jonathan Gómez no la alcanza a tocar. En la del segundo tiempo Miranda estaba de espaldas. Después, las expulsiones...la de Villa y Carbonero se podría haber arreglado con una amarilla, pero cuando vi en una repe que se tiraron un par de manotazos, se puede entender. Al Negro Ibarra no entiendo todavía por qué lo rajó; un tipo que como jugador era de los más correctos, que solamente le recuerdo una expulsión por putear al lineman justo contra River en el Monumental (pese a eso ganamos 1-0 con gol de Viatri). Después en el comienzo del alargue, se pudo haber hecho el boludo con la de Varela, porque el pibe no lo ve a Moreno y lo golpea sin querer, pero bueno...esa roja fue clave. A partir de ahi Racing se tiró a ganarlo ante un Boca que sólo podía aguantar y el gol de Alcaraz y su provocativo festejo mirando a la gente xeneize (innecesaria actitud), provocó una tángana y un vendaval de expulsiones hasta de algunos jugadores que estaban en los bancos (hasta Zambrano que había salido y el Pulpo González la ligaron). Oscar Romero yendo a prepotear a Alcaraz (que se fue expulsado por sacarse la camiseta), Figal y Rossi discutiendo con el soberbio de Gago que no sé a qué se metió en el campo de juego. El vendehumo cagón de Copetti gritándole el gol al banco xeneize. Copetti: sos un fantasma. No quisiste patear el penal contra River, ni siquiera fuiste al rebote y terminás boqueando después de ganar una final que ni jugaste. Deberías agradecerle a tus compañeros y cerrar el orto, porque si jugabas vos seguro ganábamos. Cuando se calmó todo, restaban algunos minutos, pero un par de expulsados más de Boca y se terminaba el partido antes por inferioridad numérica. Cosa que pasó, porque ni bien se reanudó, Fabra pegó un patadón y ya tenía amarilla. Y el cabeza de termo de Benedetto (que no estaba para jugar, como tampoco estaba para jugar Vázquez, que arrastra una pubialgia; error de Ibarra), sabiendo que si lo echaban se terminaba todo, no tuvo mejor idea que martillar su palma izquierda con el puño derecho, haciendo gestos de que estaba todo comprado. Tello, que a esa altura dirigía con la roja en la mano, fue al VAR y lo echó. No, Benedetto, no nos robaron. Si vas a seguir en Boca, espero que te pongas bien físicamente y no hagas más boludeces. Tus goles a River y Lanús fueron claves para el título, pero tu semestre fue espantoso y el domingo no te podías ni mover. Aparte ahora los de Racing nos van a cargar con que abandonamos, porque te quisiste borrar, te la hubieses bancado hasta que termine, aunque no empatáramos nunca. Igual entiendo la calentura, pero no nos robaron. Seamos francos. Tello perdió el control del partido con tantas rojas, no sé qué le pasó, aunque entiendo que muchas expulsiones estuvieron bien, pero tengo la teoría de que como va al Mundial, quiso mostrar mano dura y no tuvo muñeca, ni le interesó no desvirtuar el partido. Si tan solo te hubieras hecho el boludo con Varela, capaz era otra historia, pero bue...Quiero ver si el año que viene dirigís así siempre, seguramente no. No nos robaste, pero parece que no entendiste que el árbitro no es la figura del partido. Ayer te invadió Castrilli...

En fin, hubiera querido terminar el año con la Copa Argentina y esta final, pero no se pudo. La derrota del domingo no empaña lo que fue un gran año de Boca. Ganamos Copa de la liga, torneo local y los dos clásicos a River, al que se le fue Gallardo. Con todos los bolonquis que hubo, el Negro Ibarra, a pesar de que el domingo puso jugadores que no estaban bien, levantó al equipo, potenció jugadores (Figal que volvió a jugar un partidazo y Langoni) y salimos campeones. Boca jugó muy bien contra Racing pese a la derrota (aunque no digiero los goles errados, especialmente el cabezazo solo de Pol Fernández) y todo parece indicar que el Negro será ratificado en su cargo. Agradecer a los jugadores por el esfuerzo que hicieron y no haber regalado un semestre que parecía perdido y ahora, con una buena base, la recuperación del Changuito Zeballos, más algunos refuerzos que hagan falta para jerarquizar al plantel, tratar de ir por la Libertadores y seguir mandando en el país. Más allá de los líos del final, jugaron la final con hambre y con hombría sin relajarse y eso me hace sentir orgulloso. Ahora hay que ganarle a Racing en Abu Dhabi, más después de esto. Ojalá tengamos un gran 2023, año de elecciones en las que espero que la gente tenga memoria y ratifique a Juan Román Riquelme, pase lo que pase, así el año que viene no ganemos nada. Felicito a Racing, menos a los soberbios como Gago, Copetti y el mediocre de Miranda que tuvo que salir lesionado por trabar como un cagón y boquea. Miranda, vos querés sobrar a Varela que con 20 años tiene más títulos que vos; mientras vos a esa edad te fuiste a la B con Independiente. No me gustó la imagen que dieron los jugadores de Boca al final, pero esos pibes son soretes agrandados que el día de mañana van a perder y se la van a tener que bancar. Y gracias a Román no hubo más quilombo, ya que le exigió a los jugadores no provocar más a los de Racing, los retó y les dijo que debían quedarse para la entrega de medallas. Estoy muy orgulloso de tener en el club a Román. Le critico cosas, obvio, como a todo el mundo. Pero no tengo ninguna duda que quiere lo mejor para Boca y esas actitudes lo enaltecen. Quedate hasta que vos quieras. El año que viene seguiremos festejando aunque los anti no quieran.

Vamos Boca, carajo...

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