Y una noche, Boca volvió al triunfo. Se impuso al Pirata cordobés en el último suspiro con un gol de Gigliotti.
El primer tiempo fue parejo, aunque el local arrancó mucho mejor, tomando del cuello al equipo de Bianchi y haciendo tambalear a la zaga Díaz- Forlín. Fue así que el hondureño Jerry Bengtson tuvo dos chances claras. En la primera eludió a Orión y se zambulló, queriendo simular un penal. Y en la segunda, cuerpeó a Forlín y definió pésimo. Boca contestó con un fierrazo de Carrizo al travesaño tras peinada de Carrizo. A propósito, el ex Central demuestra partido a partido que no le pesa la camiseta y va para adelante siempre.
Ya en el ST, donde ingresó Castellani por un golpeado Gago, el partido entró en una pendiente y no hubo casi situaciones de gol. El ex Godoy Cruz tuvo un remate que le sacó Olave, pero se espera más de él. Bianchi mandó a la cancha a Fuenzalida y Calleri, pero no influyeron. Belgrano atacó cada vez menos, pero en el minuto 45 casi lo gana: centro al segundo palo para Mansanelli. Parecía que era gol, pero apareció el gigantísimo Agustín Orión y la atrapó. Y en la contra, llegó el gol de la victoria: Carrizo, el mejor del equipo, tiró un centro frontal y Gigliotti, cuya titularidad estuvo muy en duda, con un frentazo limpio venció a Olave. Desahogo del Puma, y desahogo de Bianchi también, por qué no.
Se ganó, sí. Pero el árbol no debe tapar el bosque. Boca tendrá que mejorar mucho si quiere pelear el torneo hasta las últimas consecuencias. Habrá que corregir errores, cambiar las cosas que no funcionan, y darle pista a los refuerzos. Debe conseguir regularidad. Cuando quiere, demuestra que tiene con qué
No hay comentarios:
Publicar un comentario