Vélez 1- Boca 2

Y se viene Booooca, se viene Boooocaaaa...cuando nos daban por muertos tras la caída ante Talleres, el bicampeón del fútbol argentino parece acomodarse de a poco. En un partido muy parido, el equipo del Negro se impuso y con un jugador menos. Mísssstica pura, diría una hincha que no es bostera. Y así esperamos la final del miércoles, con dos victorias seguidas en el torneo. Vamos Boca, papá de Dió!!!

Costó acomodarse en los primeros minutos; Vélez fue superior al comienzo e inquietó con dos bombazos a Chiquito, que respondió como deben responder los arqueros de equipo grande. Pero de a poquito, con la dinámica de Payero y la presión y las diagonales de Langoni y Merentiel, Boca mejoró. La nueva dupla de ataque le saca agua a las piedras. Tras una presión de Payero, un zurdazo de Merentiel se fue apenas por arriba y luego el ex Palmeiras presionó, dejó pagando a Godín y asistió a Luquita, que con la marca encima definió de primera y de cachetada al segundo palo. Es tremendo lo de Langoni, le llegan pocas, pero las resuelve con categoría y con aplomo, ya sea un gol o asistencia o provocando un gol, como ante Platense. Y en pocos partidos, ya se entiende casi de memoria con Merentiel. Esta dupla ya me empieza a ilusionar. Si el Negro es lógico y los mantiene, nos van a dar muchas satisfacciones. Ya el pibe nos hizo ganar el torneo pasado y sigue demostrando que no fue solamente una rachita; le tocó salir y se volvió a ganar un lugar a fuerza de goles. Muy firme Roncaglia también, que reemplazó al lesionado Valdez, sobre todo de arriba.

En el complemento Boca tuvo un minuto fatal, justo cuando Ibarra había hecho entrar a Villa para quedar con tres puntas. La salida de Payero agrandó a Vélez, que inquietó con un par de cabezazos de Godín, se encontró con un penal por mano de Figal, que Janson cambió por el empate y enseguida la expulsión del Equi, de mal partido. El Negro tuvo que sacrificar a Langoni para rearmar el medio (ingresó Medina) pero si bien el local no generaba casi nada de peligro salvo con centros donde respondió Romero, por momentos no podía salir. Pero...un córner fue un oasis en medio del desierto y Figal lo aprovechó entrando por el segundo palo. 2-1 y la desesperación de Vélez lo llevó a tirar centros o pelotas jodidas, donde Chiquito se hizo gigante y rápido de piernas para jugarse el cuerpo como debe ser.

Boca ganó y encima, como corresponde, no entró el camarillero degustador de boliches quilmeños. No hay mejor manera de llegar a una final que ésta. Perder ante Patronato, con todo respeto, sería un fracaso. Hay que ganar, si es jugando bien como ante Platense y hoy, mejor. El miércoles vamos por una nueva estrella, vamos Boca carajo...

La Voz del Interior