Otro partido sin victorias. El Xeneize sumó su 9no partido sin triunfos y no pudo con el Pirata cordobés.
El partido pudo haber tomado otro rumbo si al minuto de juego a Boca no le invalidaban un gol lícito: tiro libre de Riquelme en el palo, Blandi empujó suavemente hacia el gol y Farré llegó a despejarla cuando la pelota había ingresado al menos 50 cm. Horror del asistente Uziga y el juez Pompei, que incidió en el resultado.
Pero Boca, a pesar de eso, no tuvo ideas. Para colmo, Riquelme salió lesionado antes de la media hora. El pibe Sánchez Miño, quien ingresó en su lugar, no pudo tener profundidad en el juego, Martínez se tiraba casi todas las veces que encaraba, y cuando lo golpeaban, el juez no le cobraba nada. Belgrano se paró de contra para poder herir a la defensa local, pero careció de profundidad para llegar hasta las barbas de Orión.
En el ST hubo poco para rescatar. El local creó algunas situaciones claras, pero en el trámite fue parejo. Las más claras de Boca fueron un cabezazo de Erviti que sacó bárbaro Olave, un remate de Pol que pegó en la parte externa de la red y un cocazo de Magallán que besó el palo. Y Belgrano casi lo gana en el final con un zurdazo de Carranza que tapó muy bien Orión. A pesar de la gente que vibró con su aliento ensordecedor, Boca sigue sin poder ganar en el torneo.
Al conjunto de Bianchi se le acercan días clave. Primero visita a Estudiantes, luego recibe a Corinthians por los 8vos de la Copa y luego hará lo propio con River, partido que la gente no quiere ni empatar. Tendrá que recuperar muchos lesionados y mejorar mucho. Aunque la suerte xeneize en este semestre, ya da la sensación de que está echada.
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