domingo, 24 de febrero de 2019

Defensa y Justicia 0- Boca 1

Muy poco para rescatar. Lo único positivo son los tres puntos y seguir estando en zona de clasificación a la Copa Libertadores 2020. Porque si vamos a hablar de rendimiento, o de buen juego, esos ingredientes no aparecieron en el equipo de Alfaro. Pero...el fútbol es así y Boca logró una importante victoria en su primera excursión a Florencio Varela, quitándole el invicto y la punta al Halcón. Dejando todo a pedir de Racing, que quedó liderando en soledad la Superliga tras vencer a domicilio a su clásico rival.

El primer tiempo fue de lo peor que vi en mucho tiempo. Era esperable que Defensa asumiera el protagonismo, siendo el dueño de casa. Que presionara de manera asfixiante, además con el deseo de seguir siendo puntero del campeonato. Pero más allá de estas virtudes del Halcón, jamás esperé que Boca mostrara una versión tan apática. Sin patear al arco, sin siquiera pisar el área. El equipo de Becaccece tampoco es que creó tantas situaciones claras, pero merecía la victoria largamente porque incomodaba con centros y con remates de afuera. Andrada fue figura, como casi siempre, descolgando centros, mostrándose seguro en los tiros de afuera. Para colmo Echenique nos dio una mano terrible al ignorar un clarísimo penal de Marcone a Domingo Blanco. Y Lisandro López sacó en la línea una pelota increíble. El equipo de Alfaro jamás pudo hacer pie ni en el medio, ni adelante: ¿cuantas oportunidades le van a seguir dando a Almendra? A ese pibe se lo come la presión, no aporta marca ni despliegue. La sociedad entre Mauro y Tevez no fue tal porque jamás se juntaron ni para contar un chiste en medio de un parate. Y Benedetto...pobre Pipa, lo peor que le puede pasar a un 9 es que además de no tener situaciones de gol, no le llegue la pelota. Fue un mamarracho la primera mitad. Se veía a un equipo sin actitud, sin signos vitales, embalsamado. Defensa se fue al descanso claramente perjudicado y mereciendo ganar por dos goles al menos.

El arranque del segundo tiempo trajo la única emoción de la noche: un remate de afuera de Tevez que Unsaín no pudo controlar y se le escurrió como agua entre los dedos. Boca se ponía en ventaja, pero siguió jugando de la misma forma: sin pisar el área y generando poco y nada. El Halcón quedó shockeado por el golpe y ya no mostró el buen fútbol de los primeros 45 minutos. Simplemente tiró centros para que Andrada se canse de descolgar, firme y seguro como siempre. Y también sintiendo el cansancio, ya que entresemana habían jugado por Copa Sudamericana y eso les quitó piernas. Los nervios del equipo de Becaccece fueron muy notorios, pero Boca no aprovechó para liquidarlo. Tuvo otro disparo de afuera de Carlitos que pasó al lado del palo, pero nada más. Y así fue todo el complemento, haciendo tiempo descaradamente, porque por algo se jugaron cuatro minutos más. A tal punto que Benedetto se ganó la amarilla por demorar su salida del campo cuando lo reemplazó Wanchope.

El equipo de Alfaro se quedó con la victoria. Sigue en zona de Libertadores, pero no se puede jugar tan mal. Vi poquísima actitud, nula rebeldía y NADA de buen juego. Lechuga deberá pensar cómo quiere que juegue Boca. Porque claramente hubo una involución horrorosa en el juego con relación al partido del miércoles, pese a los resultados. Tenemos la obligación de entrar en el máximo torneo continental y de ganar la Supercopa argentina ante Central, además de pelear la Copa hasta donde podamos. Se le ganó a un dignísimo rival, que por algo está donde está, pero sin merecerlo. Y por este camino, no vamos a ningún lado. Hay que apoyar, pero también hay que mejorar. Y muchísimo.



La Nación






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