domingo, 15 de septiembre de 2019

Boca 1- Estudiantes 0

Pese a lo exiguo del resultado, hay tranquilidad. Porque se dejó una buena imagen, sobre todo en el segundo tiempo. Porque seguimos sumando. Porque seguimos con la valla invicta. Y fundamentalmente, porque miramos a todos desde arriba. Abajo están todos los equipos del fútbol argentino. El Boca granítico y enjundioso de Alfaro es el nuevo puntero de la Superliga, gracias al tropiezo de San Lorenzo en Santa Fe, a quien visitará el sábado que viene.

Ni bien se acomodaron todos en las tribunas llegó la única emoción de la noche. A los dos minutos Alexis encaró por el medio (por fin jugó ahí y no confinado a la raya), sacó un remate venenoso, Andújar no pudo evitar un rebote hacia el medio y lo capturó Bebelo para empujarla a la red. Pero los primeros veinte minutos no fueron buenos, no pudiendo manejar la pelota con claridad. Estudiantes inquietó con los González (Federico se perdió un gol abajo del arco y Ángel volvió loco a Fabra por la derecha). Recién después de los 25 minutos Boca se empezó a hacer fuerte con los desbordes de Villa. A propósito, si este muchacho, según Alfaro tiene la velocidad de Mbappé, si tuviera su definición valdría 50 millones de euros. Es muy rápido y desequilibrante, pero no le acertó un centro a un compañero, pecó de morfón en algunas y definió mal. La zaga central López- Izquierdoz volvió a responder con creces y Andrada volvió a responder con una seguridad y un aplomo que intimida a cualquier delantero. Alexis jugó un gran partido donde mejor se siente y explotó sus cualidades con remates de afuera, como en el gol y tratando de generar juego. Lo más flojo fue lo de Fabra, que no logra responder adentro del campo la confianza del entrenador.

El arranque del segundo tiempo fue muy bueno, aunque Villa y Soldano no aprovecharon sus chances. El equipo de Lechuga manejó más la pelota y el campo, pero careció de eficacia. Y arriesgó un poco más. El DT mandó a la cancha a Tevez y Hurtado y fueron importantes para aguantar la pelota lejos del arco del Flaco. No así para definir, porque desperdiciaron un par de situaciones clarísimas uno y otro con un minuto de diferencia. Claro que también hubo que sufrir: en la más clara de Estudiantes, la única vez que quedó pagando Andrada ante una entrada de González, Weigandt lo salvó de palomita sobre la línea, y le ayudó a alargar su invicto. Milito rompió la línea de 5 inicial para agregar otro delantero por la necesidad de buscar el empate, pero no le dio resultado. Y si Boca estaba fino adelante, tal vez hubiera goleado. El hecho de haber tenido más presencia ofensiva es la mejor noticia de cara al futuro. Faltó eficacia, es cierto. Pero no faltó la enjundia y la entrega. Realmente emociona que se tiren a trabar de esa manera, pelándose el culo como nunca, jugando al límite con inteligencia desde tempranos minutos, como Weigandt y Marcone (figura otra vez). Entró muy bien también Tevez, jugando más minutos que en el Monumental y fue importante para respirar y aguantar.

En fin, fue una victoria a lo Boca. Sufrimos un poco por no poder liquidarlo, pero nos convierten poco, casi nada y los jugadores dejan todo. Si Villa y Hurtado estaban finos hubiéramos goleado. Pero se logró el objetivo de estar punteros, seguimos ganando en confianza y tenemos un señor DT. Ahora vamos líderes al Nuevo Gasómetro y seguimos aceitando la máquina de cara a las finales (por más que sean semis) que esta vez no vamos a perder si no nos cagan los de la Conmebol gallina. De eso estoy cada vez más seguro. ¡Vamos con fe, Boca!


Telediario Digital

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