sábado, 21 de septiembre de 2019

San Lorenzo 0- Boca 2

Partidazo. Un polvo. Aunque nos quisieron cagar, como nos van a querer cagar en la semi de la Copa. Pero este equipo no es solamente difícil de vencer porque no le meten goles ni con Andrada con una molestia, sino porque tiene unos huevos enormes y una personalidad bárbara que, vengo diciéndolo, no se ve hace muchos años. Boca sigue puntero de la Superliga, le faltó una vez más el respeto a papá (como alguna vez dijo Carlos Bianchi) y está más fuerte que nunca de cara a lo que viene. Éste es un equipo de HOMBRES.

Fue un partido alfarista, de principio a fin. El equipo de Lechuga intentó presionar desde el comienzo en campo rival. Y generó varios córners. Pero al principio San Lorenzo tuvo algunos tiros libres cerca del área, todos despejados por López-Izquierdoz. Boca parecía tener más efectividad, ya que pasados los quince iniciales, Mac Allister ejecutó con maestría un tiro libre y Soldano cabeceó bárbaro. Era un golazo, pero el línea lo anuló por un offside de Licha López, que ni siquiera participaba de la jugada, ni tapaba la visual de arquero. Pero ni ese trago amargo le impidió al enjundioso Xeneize seguir con su plan. El local sólo complicaba con Oscar Romero, que fue el más peligroso de todos. Villa exigía, pero nunca terminaba bien una jugada. Y a los 44 minutos, antes del cierre de la primera mitad, llegó la revancha: otro lanzamiento prodigioso de Alexis y cabezazo goleador de Licha López, que es nada más y nada menos que el yerno de Marcelo Tinelli (te querés matar Cabezón). Golazo para irse al descanso, no sin antes que Villa desperdiciara una contra clarísima.

En el segundo tiempo, Boca jugó con la desesperación del Ciclón y logró más tenencia de la mano de Alexis y un Bebelo que cuando está inspirado no se la pueden sacar. Buffarini y Más, en un partido especial para ellos, clausuraron sus laterales. Marcone una vez más se hizo patrón del medio con la levantada de Capaldo. Pizzi metió a Adolfo Gaich, pero el goleador del Sub 23 fue literalmente deglutido por la zaga xeneize. Andrada se mostró muy seguro en cada centro y tapó un cabezazo. Alfaro mandó a la cancha a Tevez, Hurtado y Salvio, y los tres entraron bien, lúcidos y picantes, pese al gol increíble que erró el Toto. Pero ya sobre la hora, con el local jugado, el propio Salvio giró como un trompo, pasó entre dos y le sirvió el gol al venezolano, que metió bailecito en su festejo. Ya casi no había tiempo, sólo para que el invulnerable Flaco descuelgue un centro con una sola mano. Y se terminó.

Hoy nos quisieron meter la mano en el bolsillo. Fue un papelón el gol que le anularon a Soldano y el penal que no le cobraron a Villa. Pero no importa. Cuando vos tenés un equipo de hombres, que sabe lo que quiere y no se cae, tal vez no te puedan cagar tan fácil. Este equipo está demostrando que sabe jugar esta clase de partidos complicados, ganándolos primero con una defensa firme, con un mediocampo batallador y con dos o tres que hacen la diferencia. Y a diferencia del anterior, tiene jugadores con más personalidad y temple. Esto es lo que caracterizó a los grandes equipos de Boca. Un señor partido de todo el equipo, menos de Villa, que jugó con el balde en la cabeza como siempre. Que la corpo siga diciendo que jugamos mal, que mientras yo miro la tabla y veo al resto abajo de Boca. Que sigan diciendo giladas, que jugando de esta forma estamos otra vez entre los cuatro mejores de la Copa Libertadores. A mí me importa un carajo lo que digan, yo estoy seguro que jugando como hoy le podemos ganar a River. Y mucho le debemos a Alfaro, que conformó este equipo y es un DT inteligente, que no deja nada librado al azar. En él confiamos. Confiamos en este plantel. Seguimos mirando a todos desde arriba, que la cuenten como quieran. Aguante Boca, mediocres.


Depor








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