Gran triunfo de Boca. Con personalidad, garra, control del juego. Con una defensa que rechaza todo lo que le llueve, con Schiavi como puntal decisivo. Con la seguridad de Agustín Orión, que acumula 5 partidos al hilo con la valla invicta. Con el goleador que no fue ante Belgrano, pero sí anoche (Blandi). Por esto y muchas cosas más, a pesar de varias ausencias importantes, Boca sorteó otro obstáculo y se va, se va...
El equipo de Falcioni tuvo el control del juego desde el principio. Con autoridad, se plantó en el campo de Colón, y al minuto, Blandi ya había desperdiciado un gol increíble. Pero a los 14 minutos tuvo su revancha: gran combinación entre Mouche y Chávez por la derecha, centro del Pochi y cabezazo del juvenil para poner el 1-0. Los tibios intentos de Colón murieron en la cabeza de Schiavi, o los guantes de Orión.
Párrafo aparte para Cristian Chávez. El Pochi tuvo que reemplazar al lesionado Juan Román Riquelme y la rompió. Jugó e hizo jugar al equipo y volvió loco a Bastía, quién nunca pudo pararlo. Y hasta pegó un zurdazo en el palo. También Clemente Rodríguez fue clave con sus incansables escaladas por la izquierda, y abriendo espacios.
El 2-0 llegó a los 18 del ST. Lindo desborde de Mouche y palomita otra vez de Nico Blandi, que en la jugada previa había arrastrado las marcas. A partir de ahí, ya no hubo sobresaltos, el Xeneize continuó controlando el juego. Terminó en un baile al pobre equipo de Sciacqua, que se debate entre su pobreza futbolística, su irregularidad y el tan mentado episodio de la Virgen...
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