Era un duelo clave para ambos. La Academia estaba más obligado que Boca, por estar 8 puntos abajo, era una final. Pero el único equipo que fue a buscar el triunfo con decisión fue el local, el granítico equipo de Falcioni. Ya en el arranque se vislumbraba un mejor control de juego y de pelota por parte de Boca, que generó chances claras. Pero se encontró con el gran momento de Sebastián Saja, que ratificó su gran torneo tapando todo lo que le tiraron, sobre todo un gran cabezazo de Schiavi. Racing pisó poco y nada el área de Boca en el primer tiempo y la única llegada en esa etapa fue un mano a mano de Hauche que resolvió muy bien Orión.
El segundo tiempo fue otra cosa y arriesgaron más. Boca porque Racing se quedó con 9 jugadores, por expulsiones de Pelletieri y Teo Gutiérrez (irresponsabilidad del colombiano al pechar al árbitro Pittana, reclamando un inexistente penal), y la Academia arriesgó un poco más porque el empate no le servía. El equipo de Falcioni contó con un par de chances más, pero Saja volvió a responder notablemente, y esto pese a que los de Simeone quedaban muy mal parados en defensa. Fue un final con un empate 0-0, pero dio la sensación de que si tenía q haber un ganador, era Boca porque propuso siempre, intentó, tuvo algunas llegadas claras y se encontró con Saja, o con la mala puntería de Mouche. Racing casi nunca pisó el área de Orión y prácticamente se despidió del Apertura por el planteo amarrete de su técnico.
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