Era la fecha ideal. Tras los empates de Newell´s y Arsenal, era el momento propicio de acortar más distancia. Pero este Boca de ayer, insípido, sin Riquelme ni Gago, perdió y el torneo le quedó lejos.
Los primeros 25 minutos fueron un baile del local. Fue el tramo del partido en que más superó al Xeneize, exigiendo a fondo a Orión, que cada vez es más figura. A los 25, justamente, el juez Delfino cobró penal tras una mano tonta de Erbes en el área. Pero por suerte para Boca, Orión se lo atajó al Pipi Romagnoli. Sólo por Agustín, San Lorenzo no se puso en ventaja. El hábil Correa sacó a bailar constantemente al Cata Díaz y fue una pesadilla para los de Bianchi. ¿Boca? Sin sus dos ases futbolísticos, fue una sombra. Sólo pateó al arco una vez en el primer tiempo (remate de Gigliotti que contuvo Torrico).
Ni bien arrancó el ST, llegó el gol del conjunto de Pizzi. Piatti desbordó por izquierda y mandó al centro al área chica para que Correa, en un solo movimiento, la bajara en la cara del Cata Díaz y fusilara a Orión. A partir de ahí, el partido se planchó. El local no pudo liquidar, y Boca no tenía ideas para intentar el empate. Gigliotti se perdió otro gol, cabeceando débil a las manos del arquero. El equipo de Bianchi fue, con poco fútbol y pocas ideas, y a los 44 minutos, Kanemann le cometió penal a Gigliotti. Como contra Godoy Cruz, se encargó el Chiqui Pérez. Pero Torrico se lució atajándolo a media altura y evitando lo que hubiera sido un inmerecido empate.
Hasta acá le duró a Boca la ilusión por el título. Si bien matemáticamente tiene chances, éste era el partido para sacar pecho y seguir dando pelea. Perdió bien contra un San Lorenzo que se puso a dos puntos de Newell´s y el finde que viene lo visita en Rosario. Boca perdió una chance de oro. Chau torneo, y chau Libertadores 2014.
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