Boca 1 (5)- Banfield 1 (3)

 Había que levantarse. Era obligación por ser una final. La final de la copa Diego Armando Maradona, el primer trofeo post mortem del Diez, tenía que quedarse en las vitrinas colmadas del club que es hincha el mejor jugador de la historia del fútbol mundial. Sufriendo como siempre, otra vez por penales. Pero después de una semana de mierda y de tragar todo el veneno por la eliminación de la Libertadores y la falta de actitud, había que quedarse con un título por el que se luchó mucho. Y es justo, aunque el Taladro de Sanguinetti haya sido un dignísimo rival. Boca logra su estrella número 70. Y también es el segundo título de Miguelo Russo en su segunda etapa y la dirigencia actual, solamente atacada por los trolls de la oposición que hoy se deben querer matar. Y un título, más allá de no ser el principal objetivo, SIEMPRE se festeja. SOMOS CAMPEONES!!

Fue un partido muy luchado, de escasas emociones, pero Boca lo jugó con hombría, con un deseo y una actitud que no se había visto en Brasil. Capaldo no paró de correr y equilibrar al medio, Cardona intentaba hacerse eje y generar fútbol, pero no habia profundidad. Zárate estuvo improductivo y apareció muy poco, a Wanchope casi no le llegó la pelota (aunque casi convierte de chilena). Los centrales estuvieron firmes, pero la grata sorpresa la dio el cuestionado Emmanuel Más. Le toco bailar con la más fea como marcar al colombiano Cuero y lo borró de la cancha. En el segundo tiempo, casi al final del partido fue mal expulsado, pero entendió cómo había que jugar este partido, a diferencia del irresponsable Fabra. Me la agarré con vos muchas veces pero hoy te ganaste mi respeto por entender cómo había que jugar una final.

En el segundo tiempo Boca mantuvo la actitud pero Miguelo tuvo que empezar a hacer cambios: Campuzano salió lesionado y entró el Pulpo González. Y pasados los veinte minutos llegó el desahogo: Cardona recibió por la izquierda, enganchó y sacó un potente derechazo que se incrustó en el ángulo superior izquierdo de Arboleda. Un golazo para abrir el marcador pero con la sensación agridulce de tener que salir inmediatamente por la molestia en el remate, entró Salvio. Y luego Carlitos, que está viviendo momentos durísimos. Tello expulsó  mal a Emmanuel Más y Buffarini, de correcta actuación, pasó a jugar de 3. Y también salió lesionado el Pulpo, luego de jugarse la vida con uno de sus tentáculos al tapar un remate de Payero. 9 contra 11, nos empató Lollo de cabeza al final. Pero en los penales se hizo justicia. Y se festeja. Claro que se festeja como loco...

Este título tiene un sabor muy especial, no solo porque le quitamos la chance a River de jugar la final, sino porque Gallardo quiso dejarnos sin nada al poner a los titulares en el Superclásico que hubiésemos ganado de no ser por el infantilismo de Campuzano. Es cierto que pudimos haber perdido, pero lo empatamos. No hubo finales, ni duelos directos, pero Boca vuelve a relegar al eterno rival. Y como si esto fuera poco, termina festejando este título mientras ellos se quedan con las manos vacías. Y va dedicado también a todos los puteriodistas que se alegran con nuestras derrotas porque son mediocres, como el estúpido acosador de pendejas de Diego Díaz. Ese y un montón más, como diría el Diego, la tienen bien adentro.

Ya vendrá el momento de hacer balances sobre el año deportivo y el futuro plantel. El dolor por la eliminación de la Libertadores tardará en cicatrizar. Pero hoy se festeja. La Copa Diego Armando Maradona está en casa y él festeja con Doña Tota y Don Diego desde arriba. TE AMO BOCA DE MI VIDA!!!!

AS Argentina- Diario AS