SÍ, OTRA VEZ CAMPEONES. Como en la Superliga 19/20 que le arrebatamos a River en la última fecha, como en la Copa Maradona, como en la Copa Argentina del año pasado, como en la Copa de la liga de este año. Boca ganó otro torneo local y es justísimo. Porque se sobrepuso a millones de adversidades, empezando por la ida de Battaglia tras la eliminación en la Libertadores, pasando por quilombos internos, referatos impresentables en contra, lesiones de algunas piezas clave. Porque ganó los partidos que debía ganar, como el otro día en el Bosque platense, sin importar si realmente jugó bien o no. Este campeón no brilló, pero ningún equipo en este torneo puso tanto huevo como Boca.
Incluso ayer, que un digno Independiente nos hizo sufrir, nos alcanzó porque Racing se cagó por millonésima vez con su abuelo River, que dio una mano, a pesar del obsceno penal que le regalaron a la Academia y al que le regalaron al Rojo. Porque así arrancó la dramática definición con el regalito de Herrera que aprovechó el vendehumo de Leandro Fernández. Por suerte, igualó enseguida Pol Fernández, con el copete bien peinado, desviando una comba buenísima de Oscar Romero. Y en el arranque del ST, el Negro metió a Villa y una vez más el colombiano tuvo la llave del título. Porque ante Gimnasia generó con un tiro en el palo el comienzo del gol de Langoni y ayer clavó en el ángulo derecho de Milton Álvarez un tiro libre misilístico de antología. Rossi tuvo varias tapadas clave, una vez más erigiéndose como gran figura. En Avellaneda empezaban a llegar malas noticias: penal de Pinola a Copetti que Matías Rojas cambió por el 1-0 parcial. De momento no importaba. Pero igualó Borja para los de Gallardo y Vallejo para el Rojo en un córner. Boca ya no tenía más nafta en el tanque, era casi imposible pensar en el milagro de poder convertir otro gol. Hasta que llegó sobre el fnal el obsequio de Echavarría para el equipo de Víctor Blanco, que Gago, insólitamente mandó a patear a Galván, un central suplente. Y Armani, de escasa eficacia a la hora de los tiros desde los doce pasos, lo atajó. Y se rompió la Matrix porque se gritó en la Bombonera como un penal atajado de Roma, Gatti, Córdoba, Abbondanzieri y Rossi juntos. Grito que se multiplicó a la jugada siguiente cuando el colombiano Borja volvió a convertir, con Racing regaladísimo. Muchos creíamos que las gallinas iban a entregar, pero no lo hicieron. Tal vez no dieron el 100% pero con eso bastó para agrandar el abuelazgo contra la Academia. Lo del equipo de Fernando Gago es insólito. Desde el punto de vista de que él es un perdedor, no sorprende. Pero es la primera vez que veo que un equipo arregla un campeonato y no lo gana, no lo vi en mi vida. Se cagaron, como se cagaron contra River de Uruguay, contra Agropecuario y ayer tenían la chance de, con un penal regalado, aprovechar la generosa ayuda de sus vecinos de Avellaneda. Esto lo convierte en el hazmerreír del fútbol argentino por muchísimo tiempo. Porque hay que ser cagón para no aprovechar que tu eterno rival te dé una mano para ganar un título, con todo lo que eso implica. Miren que Independiente es uno de los peores equipos del fútbol argentino desde todo punto de vista, institucional, económico y deportivo. Pero Racing está tan marcado por muchas más tristezas que alegrías en los últimos 50 años que esta es, quizás una de las peores cosas que le faltaban. Ah, y no me quiero olvidar del vendehumo de Copetti y del pecho helado de Rojas. Copetti, te hiciste el canchero diciendo que iban a salir campeones y no quisiste patear el penal. Resultaste ser un cagón como tu técnico, que lo sufrí como jugador y ojalá que no dirija nunca a Boca. Ya bastantes diarreas les tuvimos que soportar ante el River de Gallardo como para que vuelva a querer hundirnos. Igual, si tu idea fue hacer lo imposible para que Boca salga campeón, gracias Fer, pero llevate tus derrotas lo más lejos posible de la Bombonera. Y a los dos bocones que se sintieron campeones, le quiero decir: para boquear, primero tienen que ganar algo, cosa que en Racing es muy difícil. El día que tengan humildad, tal vez debuten, por ahora sigan haciéndose pajas mentales. Ustedes se creyeron que tenían mística por haberle ganado al peor Lanús de los últimos 30 años y lo único que demostraron tener es mufa, que en eso no creo, pero en el caso de ustedes es como las brujas, no existen, pero que las hay, las hay...
Estoy muy feliz por otro título, porque a pesar de que nos quisieron bajar durante buena parte del torneo, los jugadores empezaron a demostrar que teníamos con qué, empezando por el triunfo clave ante Atlético Tucumán. Porque ha habido murmullos y cuestionamientos (merecidos en parte) a jugadores, a Ibarra y al Consejo. Y callaron esos murmullos unidos, con huevo, ganándole a River y peleando el torneo como manda la historia. Este plantel necesita vacaciones urgente, NO DAN MÁS. Pero aún falta el miércoles la semi de Copa Argentina, con posible final el domingo 30, más el Trofeo de Campeones ante el ganador de Racing- Tigre. Pase lo que pase, no les puedo pedir nada más con dos títulos y los dos clásicos del año ganados. Estoy feliz porque ayer fue el cumple de mi viejo, a quien le dedico este posteo y al que infinitamente le agradezco por convertirme en bostero. Feliz porque somos los mejores de la Argentina una vez más y no nos pueden bajar. La Libertadores es el gran objetivo, pero mientras no llegue, hay que seguir llenando las vitrinas. Ya se va a dar...
Gracias Boca de mi vida!!! Ah, y para los que critican despiadadamente a Román, deberían irse del país Ruggeri, el forro del Colorado, Macri, Angelici, bah, todo el PRO y sus eternos adláteres que están repletos de leche y de sobres. En el 2023 no tienen chances. Cinco títulos en sólo tres años de mandato, que pueden ser más, y sin jugar las finales que nos deben desde el comienzo de la pandemia. Que se las saque el doctor!!!
TE AMO BOCA!!!!
MDZ Online |
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