Cuando la mano viene mal barajada desde el comienzo, es lógico este final. No voy a repetirme en mi preferencia para las elecciones del 2 de diciembre, todos saben que quiero que gane Juan Román Riquelme. Pero deportivamente este ha sido el peor año de su gestión, e inoportunamente en un año electoral. Sin entrenadores a la altura, con jugadores imbéciles y otros que no están a la altura. Y como si fuera poco, sin clasificar a la Copa Libertadores del año que viene, salvo que se den un millón de combinaciones en la tabla anual. Sin clasificar siquiera a los cuartos de final de esta Copa de la Liga, descuidándola por una Libertadores en la que se llegó a la final a los tumbos, pero no se pudo lograr el objetivo. Y anoche Estudiantes le dio otro cachetazo, aprovechando el hombre de más desde los 15 minutos por la estupidez que hizo Saracchi, más allá de la remontada parcial que logró la Bestia Merentiel, el mejor jugador de Boca en el año. Pero insisto, es un año mal parido desde el comienzo. Porque le renovaron el contrato al Negro Ibarra, para después echarlo pocos días antes del comienzo de la Libertadores, aún habiendo ganado la Supercopa Argentina ante Patronato. Porque es verdad que trajeron un entrenador por fuera de los interinatos, que nos engañó con algunos partidos en los que el equipo jugó muy bien, pero en las importantes demostró que es un cagón. Contra River en ambos partidos, contra Palmeiras en la revancha aún con la clasificación a la final. Y es culpa de Jorge Almirón no clasificar a la Libertadores del año que viene. De pedo entramos a la Sudamericana. Es una vergüenza no entrar a la Libertadores cuando entran seis equipos. Pero ante la sequía internacional que ya lleva más de 15 años, ahora que nos toca jugarla, hay que disputarla con seriedad. Con jugadores inteligentes, basta de pelotudos. Con un técnico serio y dándole prioridad a las inferiores, sin importar quién sea el presidente.
Macri gritó los goles de Fluminense, anoche los de Estudiantes y festejó el triunfo de Milei, al que le dio su apoyo. Hace tres semanas que tiene motivos para descorchar champagne desde la reposera. Espero que no los tenga el 2 de diciembre. Pero Boca va a seguir estando y yo voy a seguir siendo hincha, no como otros que anoche festejaron y se dicen hinchas, dicen estar preocupados por el club, pero mandaron a clausurar la Bombonera un montón de veces en estos cuatro años. Que allanaron el estadio poniendo en duda el padrón electoral porque saben que sino no pueden ganar. El único miedo que tengo es que el delincuente, oportunista, mentiroso, haga fraude. Sino no tiene chances. Pero ojo, Román. Ese tipo es capaz de vender a su hija de once años con tal de cagarte. Porque si habló mal del padre con su cadáver tibio, si se metió con Diego Armando Maradona sabiendo que tampoco le puede responder, qué puedo esperar de esta basura? Es tan tonto, capaz de decir que lo de Román a Yepes fue una rabona, como dañino. No lo quiero de vuelta en Boca a esta basura, aún cuando pienso que esta dirigencia cometió errores que en este año se han notado más. No iba a hablar de esto, pero no pude evitarlo.
Vamos Boca, hoy, mañana y siempre...
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