miércoles, 23 de mayo de 2012

Fluminense 1- Boca 1

Festeja el Xeneize. En un partido donde no rindió a la altura de lo que acostumbra, sobre todo en el primer tiempo, el equipo de Julio Falcioni logró igualar sobre la hora con un gol de Silva, y se clasificó a las semifinales de la Copa Libertadores de América.

Boca no jugó bien en la primera mitad. No hacía pie en el mediocampo, y los locales, aún sin tanta profundidad, complicaban con Thiago Neves por la izquierda. A los 15 minutos, de una falta de Rivero que no existió (mal cobrada por el chileno Oses), llegó el gol: Thiago Carleto le pegó mal, pero la pelota se desvió en el propio Burrito y se coló al palo derecho de Orión, que podría haber hecho algo más.

A partir de ahí, el Flu siguió ganando el medio, aunque sin ser profundo, y los de Falcioni jamás pudieron encontrar la pelota. Riquelme no podía hacerse dueño, y todo era pelotazos para Cvitanich y Silva, que perdían siempre ante los lungos defensores locales. Boca se iba al descanso dejando una muy mala imagen, y dando la impresión de que si seguía jugando así, era muy difícil clasificar, ya que verdaderamente los de Abel Braga eran muy superiores, no en situaciones de gol, pero sí en tenencia.

Para el ST, el Xeneize mejoró en algo las marcas, pero siguió sin generar chances de gol. El Flu, insólitamente, en vez de complicar al equipo argentino, se plantó de contra, cuando lo tenía para liquidarlo. Falcioni metió a Mouche (el partido lo pedía a gritos) por Cvita para abrir la cancha, pero Pablito pudo desequilibrar muy poco. Román mejoró, trató de tener la pelota y generar faltas, pero no podía meter esos estiletazos que hieren. El conjunto brasileño tuvo la más clara en los pies de Moura, pero el delantero demoró la definición y se comió el gol que podría haber liquidado a Boca.

Y claro, el partido se iba, y todos ya pensaban en los penales. Pero al equipo de Julio César no se lo puede dar por vencido aunque no esté en su mejor noche. A los 46 minutos, Mouche combinó con Román, y el 10 le dio una asistencia con su sello a Rivero, que venía como una tromba sin marcas. El Burrito quedó cara a cara con Cavalieri y remató. La pelota pegó en ambos postes, volvió a rebotar en el arquero, y quedó boyando para la entrada de Santiago Silva, que sin marcas, la empujó a la red y le dio la clasificación a semis, evitando así una angustiosa definición desde los doce pasos. El Pelado lo gritó con todo, y los boquenses se sacaron la espina del 2008, cuando este mismo rival los había eliminado en semifinales.

Boca clasificó a semifinales, y en esa instancia se medirá con Vélez (si los de Gareca eliminan al Santos), o con el ganador de la llave U de Chile- Libertad. Ahora pensará en el partido del domingo frente a Godoy Cruz y tratar de mantener la punta del Clausura. Los de Falcioni se dieron una alegría inmensa en Brasil (a ellos mismos y toda su gente) y siguen en carrera por todo.

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