domingo, 19 de mayo de 2013

Boca 1- Colón 0

Por fin se cortó la racha. En una Bombonera desierta, el equipo de Bianchi se impuso al Sabalero y dejó atrás el maleficio doméstico.

En el PT, el local salió de manera agresiva a arrinconar a Colón. Lautaro Acosta ya empezaba a demostrar que sería su noche a fuerza de rapidez y desbordes (Urribarri debe haber tenido pesadillas con el Laucha). Se mostraba firme en el medio, pero con alguna grieta en defensa, ya que el enorme Orión tuvo que ahogarle un mano a mano al propio Urribarri. Pero Boca ejerció un dominio en el primer tiempo que no se tradujo al marcador porque el Burrito Martínez (que fue de menor a mayor) hizo temblar uno de los palos de Pozo. Era claro: el Xeneize mostraba mucha actitud, orden y sacrificio para cortar la racha.

En el arranque del complemento, Boca arrancó igual, y a los 4 minutos consiguió la merecida ventaja: enésimo desborde de Acosta a Urribarri, centro atrás, y Martínez conectó de cabeza ante la fragilidad de Pozo. El 1-0 era justo, pero ahí fue donde Colón se acordó de atacar. Y complicó a Boca con la movilidad de Curuchet y el atrevimiento de Luque, y hasta el Chiqui Pérez evitó el empate en la línea. El conjunto de Bianchi contragolpeaba, pero sufría como una parturienta para mantener la ventaja, que aguantó el inmenso Orión, a puro descolgar centros y atajadas (la más difícil, un cabezazo a quemarropa de Tito Ramírez). El Sabalero se quedó con 10 por la expulsión de Urribarri, el local aguantó, y se festejó el deseado triunfo.

Un triunfo que vale mucho. Para despegar la cola del fondo de la tabla, por los 12 malditos partidos, y porque es un envión anímico de cara a los cuartos de final de la Copa Libertadores. Boca tuvo una semana de paz y tranquilidad después de mucho tiempo. Y eso, se sabe, no es poco.


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