miércoles, 19 de septiembre de 2018

Boca 2- Cruzeiro 0

No puedo empezar a analizar este partido sin decir antes que estoy muy contento. Que este equipo del tantas veces cuestionado Guillermo hizo un partido muy inteligente. Que mostró actitud, hambre de gloria y deseo de ganar ante un rival dificilísimo, brasileño al fin. Que esto nos da más confianza de cara al Superclásico y a todo lo que viene. Y que el equipo respondió a tono con el incomparable y maravilloso marco que sólo la Bombonera puede ofrecer en estos partidos tan especiales.

Durante los primeros minutos costó mucho hacer pie. Boca no podía hacer circular la pelota con precisión, y sólo Zárate intentaba romper la monotonía. En los primeros 25 minutos, Pablo Pérez se cansó de perder pelotas que por suerte no terminaron en llegadas de peligro para el arco de Andrada. Y defensivamente no hubo errores, porque Jara y Olaza cuidaron su sector (y de vez en cuando treparon, sobre todo Leo), y la zaga central estuvo implacable con Barcos. Además, claro está, la infaltable figura de Wilmar Barrios, que como un pacman, se comió a todo lo que pasó cerca y hasta se animó a incursionar en ataque. El equipo local ejercía una presión y esfuerzo constante, y se hizo de la pelota acercándose cada vez más al arco rival. Hasta que a los 35 minutos Mauro Zárate encaró, se la dio a Pérez y PP8 le dio una exquisita devolución que lo dejó mano a mano con el arquero Fabio. El ex Vélez definió como el Chelo Delgado: tres dedos, aunque con calidad y no con potencia. Golazo y a festejar de cara a La 12.

En los primeros diez minutos del segundo tiempo, Boca la pasó mal en serio. Cruzeiro apretó y tuvo sus posibilidades, incluyendo una que provocó una salvada colosal en la línea de Wilmar Barrios (te amo colombiano). Se hizo un partido cada vez más trabado y disputado y el Melli empezó a mover piezas para administrar energías pensando en el domingo. El conjunto de Mano Menezes intentaba con centros, y en uno de ellos Dedé y Andrada chocaron cabezas: el Flaco cayó muy mal, y sólo por milagro pudo seguir en la cancha, con las encías sangrando. Antes de que se reanudara el juego, el árbitro Aquino revisó la jugada del choque por el VAR y expulsó al jugador brasileño, por entender juego brusco grave, cuando en realidad había sido un choque casual. Cruzeiro se desinfló, y Boca, sin hacer mucho lo liquidó: tras una jugada de mil toques, dos defensores brasileños se chocaron tras un centro y Pablo Pérez lo aprovechó para despachar un sublime derechazo al ángulo, y festejar haciendo el Topo Gigio. Y pudo haber llegado un tercer gol, pero qué más se podía pedir...

Estoy muy feliz por esta victoria. Claramente Guillermo acertó con el planteo y se vio un equipo que no ahorró esfuerzos y combatividad, y la mejor noticia es que la defensa sigue firme y con el arco en cero. Y da mucha confianza terminar así de cara al Súper y a la revancha del 4 de octubre en Belo Horizonte. Ojalá podamos seguir por esta senda, estoy esperanzado porque se logró un gran triunfo frente a un rival importante y tenemos armas como para llegar hasta el final. Estamos a un pasito de la semifinal, no está liquidada la serie, pero tenemos buena ventaja.

P.D: Nos vemos el domingo...

Los Andes



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