jueves, 16 de mayo de 2019

Boca 0 (5)- Vélez 0 (4)

Otra vez por penales. Otra vez con sufrimiento eterno en un partido que estuvimos más cerca de perderlo que de ganarlo. Contra un equipo al que hay que felicitar de corazón porque fue superior a lo largo de los 180 minutos, pero no aprovechó todo el resto físico que tuvo. Porque chocó con un coloso, con un arquero de la puta madre. Porque no pudo contra un equipo que está dejando gotitas de nafta en el Falcon Sprint con unos huevos tamaño sandía que ilusionan a los hinchas que verdaderamente conocemos la idiosincrasia histórica de nuestro amado club. Porque tenemos un técnico que le está cambiando la mentalidad a un plantel que viene de un golpe que hubiera derrumbado a más de uno. Porque están demostrando que están aprendiendo a jugar estos partidos. Jugamos mal, afectados por el desgaste (Alfaro nunca se quejó del calendario y disputó más partidos que vos, Coudet, llorón) pero dejamos en el camino a un gran equipo. Boca es semifinalista de una Copa de la Liga que ya no tiene a ningún club grande. El único grande a nivel mundial en este torneo.

El DT sorprendió con la línea de cinco defensores, y al principio costó agarrarle la mano, Vélez complicó con la movilidad de Robertone y Vargas y exigió más de una vez al Flaco Andrada. Incluso en el comienzo le anularon bien un gol por offside de Fernández. El más flojo fue el paraguayo Alonso, que no obstante con el correr del partido se fue afirmando. Y Marcone, la verdad, qué lejos está del nivel que mostró en sus primeros partidos... Lo mejor de Boca se vio con la rapidez de Villa (se perdió dos goles cantados). Tevez y Mauro se mostraban activos y con movilidad. Pero faltaba profundidad para inquietar a Hoyos, aunque se mostraba en buena forma. De todas maneras, Más le cometió un penalazo por agarrón de la camiseta a Laso, de esos que nunca se cobran. En el complemento, Boca padeció con los contragolpes y más de una vez tuvo que aparecer el Flaco para salvar las papas. Alfaro cambió el esquema metiendo a Benedetto por Alonso, pero el equipo se estaba quedando sin nafta: Heinze puso a Almada y a Barrial y siguió apretando a Andrada, que la verdad, se supera día a día. Este tipo es un extraterrestre del arco, la verdad que no quiero ser repetitivo, pero desde la mejor época del Pato que no veo a un arquero atajar tanto con la azul y oro puesta. Se sufrió mucho, porque ellos se venían, para colmo tras un error de Benedetto, Izquierdoz lo derribó a Bouzat en la puerta del área y fue expulsado. Terminamos casi pidiendo la hora, la verdad.

Y llegaron los penales, otra vez excelentemente pateados por los jugadores de Boca (Benedetto, Zárate, Pavón, Fabra y Buffarini) y pasamos gracias a que Cufré desvió el suyo. Mención especial para Mauro Zárate, que gritó su conversión con toda la furia y golpeándose el pecho. Tras la clasificación, dijo que "pasó el equipo grande". Esto último tal vez estuvo de más, pero pregunto: ¿Qué carajo pretendían, después de todas las amenazas que se bancó? Lo putearon en mil idiomas, olvidándose de que volvió a Vélez para salvarlos del descenso, se peleó hasta con los hermanos, amenazaron de muerte a su familia, se bancó como un duque las miles de puteadas en Liniers el otro día, ¿qué carajo querían? ¿Que agache la cabeza y pida perdón? No viejo, nadie tiene derecho de amenazar a alguien que lo único que quiso (al margen de que se equivocó en declaraciones previas) fue crecer deportivamente. Y saltó hasta Chilavert, olvidándose que se moría por jugar en Boca, y del que estoy seguro que si hubiera pasado eso, los de Vélez lo iban a recontra putear y hubiera gritado y festejado mil veces más que Mauro. ¿Te olvidaste de la tapa de El Gráfico diciendo "Conmigo y Diego Boca es campeón" del ´97?  Y a todos los de la corpo que criticaron el juego de Boca, olvidándose de que este plantel viene fusilado (y no usa falopa como otros) lo único que les digo es que sigan tragando veneno, no voy a gastar tiempo en contestarles a ustedes porque ya les dije de todo. Ya se van a caer como un castillo de naipes todas las cosas que taparon en los últimos cinco años. Y ahí me voy a recontra cagar de risa porque van a desaparecer todos. ¿Todos eh? Mención especial también para Fabra, que pateó el penal como un inconsciente y para Buffarini, que sumado a los huevos que pone en cada partido, otra vez se hizo cargo de un quinto remate que no se podía fallar y pateó como los dioses.

El equipo sigue sintiendo el desgaste del semestre y se nota más que nunca. Pero aplaudo más que nunca al señor Gustavo Alfaro, que le exprime hasta la última gota al plantel (repito: sin diuréticos) y le marca el camino a un plantel que hoy posee un espíritu que no vi con técnicos anteriores. Y seguirá el trajín, porque el domingo se vendrá Argentinos en la semi de ida, que hoy le ganó 2-1 a Gimnasia y será un rival muy duro. Pero por suerte la revancha será en una semana, para alivio de un plantel que viene jugando miércoles o jueves y domingo desde principios de mes y ha sufrido algunas bajas. Con los huevos de este equipo, con un arquero notable, con la garra que empezamos a recuperar y que me hace sentir identificado y me dan ganas de verlo, seguimos en carrera por otro título. Gracias viejo, por hacerme hincha de Boca...¡Vamos carajo!


Mundo D- La Voz

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