Se necesitaba un triunfo así, después del flojo arranque. Se necesitaba para ganar en confianza y para ajustar piezas de cara a las competencias oficiales. Con un promisorio debut del Burrito Martínez (hizo doblete), el equipo de Bianchi goleó al Rojo y dejó muy preocupado al Tolo Gallego.
El PT fue muy intenso, eléctrico por momentos, con chances de ambos lados. Boca (ayer vestido de violeta) sorprendió en el inicio con dos cabezazos de Magallán (interesante debut del platense) y complicó con la movilidad del Burrito por todo el frente de ataque. Independiente complicaba con el fútbol claro del Rolfi Montenegro y las ganas del juvenil Lolo Miranda, pero Farías estuvo muy errático. Se vio un Boca que corrió mucho más que en el clásico ante River con Ribaír Rodríguez como abanderado del "huevo, huevo huevo" que alguna vez pregonaron Chicho Serna y Giunta. Y si bien Franco Sosa y Caruzzo salvaron un par de veces en la línea de un posible 0-1, la realidad es que en el epílogo del primer tiempo, llegó la apertura: Silva aguantó la pelota en el costado y la tocó hacia el medio para Martínez, que tras dejar en el camino a Julián Velázquez, se perfiló y sacó un zurdazo fino, cruzado, imposible para Hilario. Gran carta de presentación para el ex Vélez.
En el ST, ambos equipos bajaron el ritmo, sobre todo por el desgaste que habían realizado en el primero. Ribaír salió lesionado y recibió los primeros aplausos xeneizes. Boca cedió de a ratos la posesión de la pelota, pero el Rojo no tuvo claridad. A propósito: cuanta razón tiene Gallego para reclamar con tanta insistencia un 9. Independiente no hizo ni un gol en estos tres partidos. Más allá del fútbol que aporta Montenegro, Farías está torcido. Son síntomas preocupantes de cara a un semestre en el que deberá hacer un gran campeonato para no descender. Y el Tolo sufre..
Pero volviendo al partido, de a poco los de Bianchi fueron adquiriendo mayor precisión con la pelota. Somoza quitó y entregó el balón a los compañeros (una rareza en los últimos tiempos), Franco Sosa, otro resistido, clausuró su lateral, Paredes se mostró mucho más participativo...pero faltaba liquidarlo. Y llegó a los 39 minutos: tras una hermosa jugada de más de 10 toques, Erviti asistió con un tacazo al Burrito Martínez y éste definió con categoría. Enseguida, error defensivo de Velázquez y Silva le puso la frutilla a la torta picando la pelota mano a mano con Navarro. Y antes del final, Bianchi lo sacó al Burrito para que cosechara las primeras palmas en azul y oro y también salió lesionado el capitán Orión, con un traumatismo en el tendón de su mano izquierda.
Boca obtuvo su primera alegría del 2013 y mientras espera la revancha del martes ante River, ya se regodea con la dupla Martínez-Silva, que ya brilló en Vélez. Ante el Millo jugará un equipo alternativo, y habrá cosas para mejorar, pero seguramente el Virrey necesitaba una victoria así para ganar en confianza.
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