Gran triunfo del equipo de Bianchi. Con un gran segundo tiempo, el Xeneize superó a la Crema y es uno de los líderes del Inicial.
En los primeros cinco minutos, los de Burruchaga (expulsado antes del partido por entrar tarde), tuvieron dos chances claras, pero Orión las atenazó. Fue un primer tiempo parejo, con Boca intentando, pero no pudiendo, y sufriendo los desacoples defensivos a espaldas de Marín. Aunque tenía a un Riquelme muy participativo en el circuito de juego, con Sánchez Miño de socio, aunque el pibe estuvo intermitente. Román, que había estado en duda por una gripe, empezó a mostrar su repertorio: primero dejó mano a mano al Burrito Martínez, pero el 7 definió mal. Hasta que a los 30 minutos, tras una falla grosera entre Conde y Bastía (pase atrás del Polaco que el arquero tuvo que desviar con la mano porque era gol en contra), llegó el indirecto en el área chica. Y el 10, con los once jugadores visitantes en la línea del arco, sacó un sablazo que casi agujerea el ángulo izquierdo del arco de la 12. Golazo, y a festejarlo con Bianchi.
Claro que la euforia duró poco, porque a los 40 minutos, de una segunda jugada, y a espaldas de Marín, el debutante Albertengo no perdonó a Orión y empató. El 1-1 le quedaba mucho mejor al desarrollo del juego.
En el ST, Boca salió a ganarlo, y tras los primeros quince minutos, se vio otra cara con el ingreso de Erbes, que aportó más llegada por la derecha (se paró de 8 y Ledesma de 5). Para romper el medio de Rafaela, se necesitaba una sociedad capaz de tocar y llegar. Y eso hicieron Riquelme y Martínez, por momentos interesante sociedad. De un encuentro entre ambos, llegó el tiro en el palo del ex Vélez. Luego se lo perdió Blandi. Y más adelante, a los 21 minutos, llegó el desahogo para el 2-1, que merece un párrafo aparte.
El Burrito Martínez arrancó de derecha a izquierda con pisadita a Bastía y caño incluído a Depetris. Acto seguido, se la tocó a Román, que buscó a Blandi. El 9, de espaldas al arco, descargó en el ex Vélez, quien, como si tuviese ojos en la nuca, tocó atrás para Insúa, que venía tocando pito. Resolución: zurdazo furibundo al ángulo del 3, que consigue su primer gol en sólo cinco partidos con la azul y oro. Un verdadero golazo.
Tras eso, hubo hasta momentos de floreo del conjunto local, ante el aliento ensordecedor de su público, que deliraba. Hubo tiempo para un gol bien anulado a Blandi, para que entre Gigliotti y Martínez salga ovacionado por primera vez desde que está en el club. Pero para nada más. Rafaela no tuvo reacción.
Bca se recuperó tras la derrota con Newell´s, mostró momentos de buen juego y superó claramente a la Crema. Si bien tiene mucho por mejorar, dejó la sensación de que en mitad de cancha en adelante puede hacer mucho daño. Está en la obligación de ser campeón. Es un equipo en formación, pero con síntomas positivos.
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