Primer paso en falso. En un encuentro parejo, el último campeón le asestó un golpazo en la Bombonera.
Boca había arrancado mejor. De hecho a los 4 minutos se puso en ventaja tras una gran jugada colectiva entre Ledesma, Marín, Riquelme y Martínez, que el goleador Blandi mandó a la red. Pero Newell´s empezó a encontrar espacios a espaldas del 4 xeneize, y de la mano de Bernardi (más líder que nunca en un campeón diezmado), encontró claridad. En uno de esos pases, Milton Casco le ganó la espalda a Marín y empató el partido a los 18. Pero el local complicaba, y a los 30, tras un córner, el Cata Díaz, con un derechazo a media altura, puso 2-1 a los de Bianchi. Gran primer tiempo de ambos, varios goles, y el público que se entusiasmaba.
Pero Boca salió dormido al inicio del complemento, y el campeón (que aún diezmado y todo, con técnico debutante, no deja de ser campeón) se lo hizo pagar. Al minuto, Figueroa le ganó la espalda por enésima vez a Marín y puso un pase al área chica, y Aquino, en poco espacio la picó ante el achique de Orión. Y cinco minutos más tarde, le ganó por arriba al Cata, y cabeceó al ángulo. Increíble: en cinco minutos se dio vuelta la tortilla.
El conjunto de Bianchi salió con todo a buscar el empate, y por momentos atrincheró atrás a Newell´s, aunque fue muy a la carga Barracas. Y en la búsqueda del empate, dejó graves espacios, que de no haber sido por Orión, podrían haber decretado la goleada rosarina. El Virrey metió a Gigliotti, pero el 18 entró torcido.
A pesar de haber mejorado mucho el nivel ofensivo con respecto al partido con Belgrano, Boca sigue cometiendo gruesos errores defensivos, y esta vez no hubo un alma piadosa que lo salvara de la derrota. Es cierto, lo más justo hubiera sido un empate. Pero el fútbol no siempre va de acuerdo con los merecimientos, y el campeón se lo hizo sentir, por más que ya no tenga a Scocco ni Martino, y hayan faltado varios de sus capangas.
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