Tras una pálida imagen en el encuentro frente a Vélez, el conjunto de Bianchi volvió a imponerse como local.
En la vuelta como titular de Juan Román Riquelme, pareció haber más actitud y aptitud que en el cotejo del sábado. El 10 no se destacó tanto (arrancó en mitad de cancha pegado a Ledesma), pero sobresalía otra vez el buen momento del juvenil Luciano Acosta, que parece haberle ganado el puesto al Burrito Martínez. Boca tuvo un par de chances en el primer tiempo, pero tampoco peloteó a Olimpo. La más clara fue un zurdazo de Sánchez Miño que Champagne desvió al córner. Los bahienses tuvieron la suya, un remate de Cerutti que rozó el palo izquierdo de Trípodi.
En el complemento, Boca abrió enseguida el marcador, a los 8 minutos: lindo desborde de Leandro Marín, toque hacia atrás para Erbes, centro rasante al segundo palo y Sánchez Miño, absolutamente solo, tocó a la red. El partido siguió de la misma forma, pero Olimpo tuvo su chance a los 38 minutos: centro de Gaona Lugo, cabezazo de Furios que Trípodi, que reemplazaba a Orión, tapó en gran forma. Al toque, el propio Furios, en la contra xeneize le cometió penal claro a Emanuel Insúa. Y en su partido 200 en la Bombonera, quién si no, podía patearlo. Juan Román Riquelme lo cambió por gol, aunque Champagne casi se lo saca.
Boca ganó bien ante un rival que mostró endeblez ayer, pero digno, no por nada venía de ganarle a Lanús. Pero para pelear el título deberá mostrar la misma actitud exhibida en los últimos partidos de local y no flaquear cuando sale de la Bombonera. Ahora se le viene el alicaído Racing de Mostaza. Buena prueba para saber dónde está parado el conjunto del Virrey.
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