Qué decepción...creo que ni el más pesimista de los hinchas esperaba esto. Amamos a Battaglia, pero hoy equivocó el planteo. No se entiende qué buscó. La irresponsabilidad de Rojo que amén de la rigurosidad de Rapallini, un jugador de su experiencia no puede hacerse echar de esta manera. La floja tarde de Rossi, más apariciones decisivas de Julián Álvarez, autor de ambos goles, explica este resultado.
Todos nos encariñamos con Marcos, pero si sabés que estás amonestado, que la prensa gallina te tiene apuntado, ¿por qué pegás esa patada innecesaria en quince minutos? ¿Por qué? A la vista de todo el mundo, con el jugador de espaldas...venías siendo lo mejor del equipo y lo seguís siendo, pero no te podés mandar esa cagada. Agustín querido, otro que venía bien, pero en el bombazo del primer gol la pelota va casi al medio y en el segundo sale mal, la regala y nos agarran mal parados. El técnico planteó mal el partido, pero estos detalles fueron claves.
Antes del partido no quise decir nada, pero me hacía ruido el mediocampo que puso Seba. Lento, sin dinámica ni cambio de ritmo. Lo del Pulpo y Almendra hoy fue desastroso, Campu hizo lo que pudo y Cardona tuvo que sacrificarse por la expulsión de Rojo. Poco pudieron hacer Pavón y Orsini, pero más allá de esto el único que iba para adelante fue Advíncula. O no quisieron arriesgar por miedo a comerse una goleada o algunos muchachos no podían levantar las piernas. Me inclino más por la primera, pero bueno, esa ya es toda del técnico. Encima salvo los ingresos tardíos de Molinas y Vázquez no entendí los cambios, ni siquiera el de Zambrano pese a su gol, el menos festejado de la historia de los Superclásicos. Todo mal. No voy a putear, pero lo de hoy es difícil de digerir.
Hay que pasar el mal trago. No hubiera querido nunca perder este partido y menos de esta forma, pero esto sigue. Ya nos despedimos definitivamente del campeonato. Pero Seba, volvé a las fuentes. Todavía nos queda la Copa Argentina, volvé a la dinámica de los primeros partidos. Ahora vuelve la gente a la Bombonera y el aliento va a sobrar. Pero ojalá hayas aprendido de esto. Hoy, como muchas veces antes, no estuvimos a la altura de un Superclásico.
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