Qué difícil es no ilusionarse con este hermoso presente. Con la jerarquía individual y colectiva, jugadores en un nivel altísimo, marcando el ritmo, imponiendo la chapa. Asumiendo protagonismo aún en un campo de juego desastroso. Y Boca va...
Durísimo primer tiempo. Al equipo de Battaglia le costó generar juego colectivo. Sólo alguna finta del Changuito, picante como siempre, rompía la monotonía. El local tuvo algunas chances, pero apareció Rossi. Las primeras emociones llegaron al final: primero se juntaron Villa y Fabra por la izquierda, el 3 se la dio y Focus sacó un derechazo galáctico desde afuera del vértice del área que se clavó en el ángulo izquierdo. Golazo. Pero Frank regaló un córner en la última, Loustau dejó ejecutarlo y Bandiera cabeceó solo. Empate y al descanso.
En el ST Boca salió a oler sangre y llevarse por delante al local. Y así como Fabra y Pol fueron responsables del empate de Barracas, lo fueron también del segundo de Boca, otra juntada de la armada colombiana, desborde de Frank y arremetida del hombre del jopo en el área chica, anticipando hasta a Benedetto. Minuto fatal para el local, que enseguida sufrió la expulsión de Glaby. En Boca creció Advíncula, creció Pol, siguió desbordando la armada colombiana, los centrales ya no sufrieron atrás. Y la frutilla del postre la puso Zeballos, aprovechando un regalito de Ferreyra, tocando con Villa y finalizando la devolución con gambeta cortita y hacia adentro a Saracho y definiendo cayéndose. Humille, Changuito, humille, diría el gran Marcelo Araujo. Un golazo y podrían haber sido más. Tremenda capacidad ofensiva, el día que no la mete el Pipa, Pol pisa el área y define. Battaglia sacó a los que estaban amonestados y se cerró el telón.
Este Boca ilusiona. Quizás preocupa que otra vez nos hayan convertido de pelota parada, porque un error de eso te puede dejar afuera de una Libertadores. Pero sabe a lo que juega, ataca y te demuele y sigue ganando. Está arriba, donde siempre debe estar. Ahora a ganarle el viernes a Unión en el cumple de Román en el patio de su casa, de donde no lo va a sacar nadie. Y seguir afilados de cara a Corinthians. Qué placer verte así Boquita, carajooooooo...
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