Gran victoria en un partido fundamental. Había que imponerse como sea luego del empate en casa ante Huracán. Y justo ante un rival que de local aún no había mordido el polvo en este torneo, que si ganaba seguía en la pelea. Y con una defensa inédita, que jugaban los cuatro por primera vez y parecía que llevaban diez años jugando juntos. Sin el 9 titular. Con múltiples obstáculos, pero a la vez con múltiples testículos. Con Rossi poniéndole candado al arco una vez más. Y punteros hasta el domingo.
Boca pasó zozobras solamente en los primeros diez minutos. El resto del primer tiempo le escondió la pelota al Tomba, le manejó el ritmo y la movió a su antojo. Faltaba profundidad, porque Oscar sigue lejos de su mejor versión y Vázquez no estuvo del todo fino, pero Pol Fernández y Varela fueron una máquina de recuperar pelotas. Weigandt y Sández hacía tiempo no jugaban de entrada y no solamente clausuraron sus laterales, sino que se proyectaron y ganaron varios córners. Roncaglia y Aranda se mostraron firmes. Las ganas y la polenta de Luca Langoni fueron fundamentales. Va a todas, tiene hambre, no da pelota por perdida ni estando en una pierna. Y encima está angelado. Porque no es para cualquiera hacer un gol de afuera (con leve desvío, es cierto) en una gamba y correr en esas condiciones. Es muy difícil no ilusionarse con este pibe. No debe llegar ni a diez partidos en primera, no desentonó en su primer Superclásico y encima hace goles importantes. Encima transpira la camiseta como pocos y deja la piel. Es conmovedor verlo jugar. Hizo el gol de la justicia, porque habíamos tenido un par de chances muy claras y estábamos jugando mejor.
En el ST el equipo del Negro intentó contragolpear, pero no estuvimos finos de mitad de cancha en adelante. Payero no se lució (aunque la pide siempre y mete como el que más) y lo de Oscar fue fulbito. Langoni salió extenuado e ingresó Zalazar, que levantó a la gente con alguna corrida, pero no contó con la compañía necesaria. Vázquez no ganó ni una de arriba. El Tomba no tuvo chances; solo un cruce providencial de Weigandt tras un centro pasado y un cabezazo revistió peligro. Partidazo del Chelo, que venía flojo. Debutó Gonzalo Morales (el 9 de la reserva) y los demás cambios (Medina y Rolón) fueron para aguantar. Sufrimos solamente por no poder liquidarlo, pero este Boca está demostrando saber cerrar partidos. La defensa inédita era lo que más desconfianza me daba y jugaron un partidazo.
Ganamos, tendremos un hermoso finde (también ganó Huracán, que trepa a 37) y quedamos punteros con 39 hasta el domingo al menos. Les pasamos la presión a los tucumanos y a Gimnasia. Ojalá no ganen River, ni Racing, así le sacamos más ventaja. Ahora a pensar en Quilmes por la Copa Argentina. Pero este campeonato también quiero ganarlo. Y con tantos equipos en la pelea, después de un comienzo muy irregular, tendrá un sabor especial. Esperemos seguir así...vamos Bocaaaa, Booooca, Booooooocaaaaaaaa...
AS Argentina- Diario AS |
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