Era obligación ganar. Y se ganó ante un rival que seguramente peleará el descenso, sin sobrarnos nada. O sí: lo que sobró fue el fútbol exquisito de Kevin Andrés Zenón, autor de un gol y 99% de otro.
A los diez minutos casi, Bullaude dejó mano a mano a Zenón y éste definió despacito ante la salida del arquero; la pelota entraba pidiendo permiso, pero casi en la línea la aseguró Merentiel, habilitado. Con el 1-0, el partido se planchó, pero Boca no sufrió sobresaltos. Lo de Zenón es espectacular: Martínez lo puso por derecha, pero el ex Unión se tiraba hacia el medio, no se quedaba estático. Y aportó buenos pases, la entregó siempre redonda. Al correntino ni le hablen de adaptación: no le pesa la camiseta, juega y hace jugar. ¡Y cómo juega, por favor! Los hinchas ya lo empezamos a querer, ya quiero verlo con Medina y el Equi. Mamita, lo que puede ser...menos mal que al final pudo convertir, se lo merecía.
Campuzano y Pol Fernández hicieron un partido aceptable, aunque sin estridencias y sigo pensando que el colombiano es jugador de partiditos como estos. Janson una vez más demostró que la azul y oro le pesa: a los diez segundos pateó un tirito al arco y en el primer gol pivotea con Bullaude, pero no encara nunca, no genera peligro. No hace un carajo, bah...le queda ENORME la camiseta de Boca. Bullaude aportó la asistencia a Zenón en el primer gol, pero sus intermitencias, más que lagunas, son océanos. La Bestia, el esfuerzo de siempre y la sana costumbre de su gol, esta vez choreado. Chiquito, muy seguro en las poquísimas intervenciones que tuvo y tapó dos cabezazos. Advíncula, la garra peruana en su máxima expresión y volvió a aportar una asistencia, Lema otra vez muy firme, hasta saliendo a cruzar a su izquierda para cubrir a un Figal que cuando no se excede es uno de los mejores centrales del país. Lautaro Blanco no va todos los tiros, pero siempre se muestra como opción, tira buenos centros y lo más importante: primero entiende que el lateral TIENE QUE MARCAR, algo que otros no aprendieron en ocho años
En el ST el equipo del Gigoló sufrió un poquito. Por momentos sentí que boludeamos, por suerte no nos la hicieron pagar. Cuando Martínez movió el banco e ingresaron Langoni y Saralegui, el equipo mejoró. De hecho de una muy buena combinación entre Jabes y Advíncula, llegó el desborde y centro del Rayo para que Zinedine Zenón convierta casi en el área chica y tenga su premio luego del gol que le choreó Merentiel. Golazo.
Había que ganar como sea y por suerte se dio. Zenón volvió a demostrar que es un jugador diferente y encima ahora vuelven Medina y el Equi. Y no es poca cosa que en cinco fechas solamente nos hayan convertido un gol, a pesar de que salvo Defensa, los rivales fueron accesibles. Defensivamente por ahora estamos bien. Faltaría un poquito más de juego. Ahora toca visitar la difícil Fortaleza granate. ¡¡¡Vamos Boca!!!!
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