Otra vez Boca. Siempre Boca. El equipo que desgasta rivales, y los duerme como si fuera Carlos Monzón. El team que tiene jugadores de enorme jerarquía con que los demás no cuentan. Después de un tibio arranque, los de Falcioni despacharon a Olimpo y arrancaron con pie derecho en la búsqueda del bicampeonato local.
Como dijimos, el Xeneize tuvo un tibio arranque. Porque a los ¡10 segundos!, Orión ya se tuvo que revolcar para tapar un tiro muy venenoso de Bareiro. Los primeros 20 minutos fueron de Olimpo, porque le manejó la pelota a Boca en su cancha y tenía aproximaciones peligrosas. Pero de ahí en adelante, el equipo de Julio César dijo "en casa mando yo", y empezó a arrinconar a los bahienses contra su arco, pero sin tanta profundidad. Le costaba penetrar a Boca, y para eso resultó clave la tarea de Riquelme. Román, que jugó un gran partido, fue el ideólogo del primer gol a los 40 minutos: tomó un rebote y mandó un centro sutilmente venenoso, combado al área chica, Mouche la bajó de cabeza (en offside), y Cvitanich tuvo tiempo para pararla y romper el arco del pibe Ibáñez. Boca se iba al descanso con la ventaja, no sin antes sufrir un sustazo, que fue un blooper entre Insaurralde y Orión (responsabilidad del chaqueño), que casi termina en empate de no ser porque el arquero estaba atento como siempre.
El ST continuó con las ganas de Olimpo de llevarse el empate (vale decir que los muchachos de Rivoira cumplieron un muy digno papel) y Orión tuvo que intervenir un par de veces más. Pero los de Falcioni sabían que tenían la chance de dormir el partido, y se sabe, este Boca no te perdona. A los 21 minutos, un Román con precisión quirúrgica, dejó solo a Mouche con Ibáñez, el arquerito tapó en primera instancia, pero Pablo aprovechó el rebote y liquidó el pleito. Sí, porque con el 2-0, los bahienses se entregaron, se les fue todo el entusiasmo, y todo fue para Boca. Hubo aplausos para el reemplazado Román, y para el ingresado Ledesma, y pudo haber hecho algún gol más, pero Blandi, que entró por Cvitanich, no estuvo fino.
Así arrancó Boca. Entonado, con muchas ganas, jugó un buen partido para regodearse con sus detractores, ganó en la primera fecha del torneo después de mucho tiempo (la última había sido en el Clausura 2009), y se prepara para lo más lindo: el debut de la Copa Libertadores en Venezuela ante el Zamora, junto con el debut de su refuerzo estrella, Santiago Silva. Boca sigue con su racha invicta (de 30 partidos, porque no cuentan los de la Copa Argentina), y sigue disfrutando.
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