Parido triunfo del equipo de Falcioni. En un encuentro donde se vio superado, el Xeneize bajó al puntero y milagrosamente todavía tiene chances (aunque mínimas) en el Inicial.
El primer tiempo se jugó a un ritmo frenético y vertiginoso, siendo Vélez el que tomaba la iniciativa y jugaba al compás elegante del Pocho Insúa, que generó un par de situaciones muy claras, la movilidad del Chucky Ferreyra y la potencia de Pratto. Del otro lado, Boca salía de contra con muy poca gente, con Silva aguantando la pelota, e intentando descargar hacia los costados para Acosta o el que sea. El partido era parejo, con un par de situaciones para ambos, pero tras un gol bien anulado al Chucky por falta a Caruzzo, llegó la apertura a los 30 minutos: centro venenoso de Paredes tras un rebote, Tobio despejó mal y Silva, bien ubicado, clavo un zurdazo fuerte y cruzado, venciendo la resistencia de su compatriota Seba Sosa. El uruguayo, muy insultado por la gente local, no lo gritó, algo que ya había adelantado días antes.
En el ST, Vélez se lo llevó por delante a Boca. Enseguida Pratto metió un cabezazo en el palo e Insúa no pudo aprovechar bien el rebote. El equipo de Falcioni se metió peligrosamente atrás, y el complemento se jugó prácticamente en campo xeneize, ya que casi no hubo contras para que los de Falcioni estiraran la ventaja: sólo un remate de Pol Fernández que Sosa desvió. Erbes y Erviti eran los que más esfuerzo aportaban, además del mencionado Silva. La defensa, con Schiavi como líder inoxidable, despejaba todo, pero los de Gareca lo acorralaron peligrosamente. Y si bien perdió fútbol con la salida de Insúa (extenuado), enseguida llegaron las chances perdidas de Facundo Chucky Ferreyra, quien venía muy derecho en los últimos partidos. Primero, ante un rebote cortito peligroso de Orión, originado por un zurdazo de Pratto, solo en el área chica, con el arquero vencido y teniendo sólo que empujarla, abrió demasiado el pie derecho y la desvió. Y segundo, una volea de frente al arco, también con Orión vencido, que tiró afuera porque no la agarró bien. Le habrá costado conciliar el sueño al ex Banfield. Sólo por eso ganó Boca.
Ganó Boca porque la suerte (al menos por este partido), estuvo de su lado. Al margen del esfuerzo y la actitud, por cómo se dio el cotejo, podría haber sido empate o derrota. Pero fue triunfo, y esto al menos lo tranquiliza para seguir sumando en la tabla de clasificación a la Libertadores 2013. Además de las remotas chances de pelear el torneo. Aunque no debe relajarse, ya que le quedan tres partidos muy difíciles (el próximo es el clásico con Racing, en la Bombonera). Boca quiere recorrer América. Ya habrá tiempo después, para construir el futuro.
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