Para tomar impulso anímico, para oxigenarse de cara a la revancha copera. Era fundamental conseguir un triunfo frente a un pobrísimo Independiente. Y aunque costó, y pudimos haber perdido, el triunfo en el Libertadores de América tiene tintes casi milagrosos. Porque no se jugó bien.
Al principio hubo bastante control de pelota por parte del equipo de Russo. Interesante el chico Alan Varela, que mostró actitud, buen pie y hasta se animó a probar al arco. Pero el Rojo abrió el partido con una contra por una pelota que perdió Zárate. Más volvió al trote, desborde por derecha, centro al segundo palo y cabezazo a la carrera de Silvio Romero, que estuvo cerca en el último mercado de pases. Eso generó un bache absoluto. Yo no puedo entender cómo Emmanuel Más sigue teniendo oportunidades, sino que además hoy tuvo la cinta de capitán "porque es un buen compañero". Es una falta de respeto a la historia que encima sea capitán. Zárate improductivo y sin poder generar peligro, el Changuito y Obando imprecisos. Y después la bombeada, una más de Vigliano: no nos cobró un clarísimo penal y en la contra, penal de Ávila que también existió, en el epílogo del primer tiempo. Decí que Rossi se lo atajó a Roa y salvó la ropa, pero los dirigentes tendrán que estar más atentos, no puede ser que nos sigan dirigiendo estos tipos. Es una falta de respeto.
En el complemento el equipo de Pusineri lo pudo haber liquidado de contra, pero Roa falló un mano a mano clarisimo. De todas formas a Boca no se le cayó una idea hasta que Miguelo movio el banco e ingresaron primero Cardona y Villa, luego Salvio. El Gordo se equivocó un par de veces al comienzo, pero después sacó a relucir su jerarquía con pases largos y precisos. Con Focus se ganó en velocidad y Boca empezó a apurar. Soldano empezó a recibir más de frente al arco y estar en zona de riesgo sin hacer el trabajo sucio. Boca había cambiado, pero faltaba poco. Y a los 37 minutos, de un tiro libre al segundo palo del Gordo, apareció limpito Franco Soldano con un cabezazo para sacarse la mufa y para ganar en confianza. Y eneguida el equipo de Russo se dio cuenta que si apuraba lo ganaba, y así fue: pivoteo de Villa hacia atrás, Cardona que engancha para su pierna hábil y saca un poema en forma de comba al segundo palo de Sebastián Sosa que nada pudo hacer. Un verdadero golón del Gordo Crackdona, en el mismo arco que en el anterior triunfo de visitante ante el Rojo, pero de distinta forma: aquél había sido un fierrazo al primer palo. Vamos a necesitar mucho de él y de todos el miércoles para poder dar vuelta la serie ante la Academia.
Es cierto que no jugamos bien, que por momentos fue muy doloroso para la vista el juego de Boca, pero siempre es hermoso ganar un clásico de visitante. Ojalá que esto sirva para levantar el ánimo del plantel de cara a la revancha ante Racing. El miércoles con titulares, lo tenemos que dar vuelta. Es obligación. Y después vendrá el momento de incorporar tres refuerzos para intentar ganar la Copa. Nosotros confiamos, como siempre!!! VAMOS BOCA CARAJO!!!!!
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