El equipo insoportable. Indestructible. Indescifrable. El que da la sensación de imbatible. Los de Falcioni volvieron a demostrar su supremacía de esta temporada y, aún sin varios titulares, hundió a San Lorenzo aún más en la Promoción.
El primer tiempo fue muy parejo. Boca, como suele suceder cuando juega de visitante, no generaba muchas situaciones. Pero a los 10 minutos, Champagne le sacó un cabezazo formidable a Silva. El Ciclón no podía quebrar la férrea defensa boquense (sólo a Roncaglia lo pasaron un par de veces), y en Boca se lesionaba Cvitanich. Silva, en tanto arrastraba las marcas, pero se lo notaba falto de distancia. Aún así, los de Falcioni estaban bien parados, sólo faltaba cristalizar alguna contra.
En el ST, los de Madelón y los de Falcioni seguían sin tener llegadas precisas, hasta que a los 13 minutos, el pibe Sánchez Miño, proyecto de gran jugador, encaró y rompió la monotonía con un zurdazo estupendo desde afuera del área que se clavó a la izquierda de Champagne. A partir de ahí, como suele pasar cada vez que Boca se pone en ventaja, se planchó el partido, descansando en la seguridad defensiva, en los guantes del arquero récord Orión (muy insultado por la gente local), y sufrió sólo en una llegada. Pero el cabezazo del uruguayo Bueno no hizo honor a su apellido, y los de Madelón desperdiciaron la chance más clara de empatarle a este Boca.
Y a los 41 minutos, los de Falcioni liquidaron el asunto. Contragolpe manejado por el Pochi Chávez, abrió para Rivero, y este tiró el centro pasado para Mouche, que enganchó para adentro, desparramando a Champagne, y definiendo con su pierna menos hábil. A partir de ahí, todo fue impotencia para los Cuervos, con las expulsiones de Méndez y Bueno (por pelearse con el uruguayo también fue expulsado Insaurralde. Eso sin contar la pelea entre la tribuna local y la visitante, con cargadas de los de Boca por la situación de San Lorenzo con el tema del descenso.
Así sigue Boca. Con bajas, sin bajas, con titulares, con suplentes, con un mix, con un muletto, este equipo de Falcioni llegó a los 36 partidos consecutivos sin derrotas y paseó por el Bajo Flores su sensación de imbatible. Ahora se prepara para recibir al Fluminense el miércoles por la Copa, en un Bombonera repleta, buscando un triunfo que termine por darle importancia al empate en Venezuela. Boca está con la confianza por las nubes, sigue puntero del Clausura (compartido con Tigre) y nadie lo baja, ni lo neutraliza.
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