Boca 4- Arsenal 2

Un concierto de fútbol después de mucho tiempo. Eso se vio ayer en la Bombonera. Boca jugó (sin exagerar) el mejor partido del tercer ciclo de Bianchi y vapuleó al equipo de los ídolos Palermo, el Pato y el Flaco.

Tras un comienzo con reconocimientos (hubo merecida plaqueta para Schiavi) y abrazos varios, entre los que se destaca el de Martín y Riquelme, Boca salió a comerse crudo a su rival, y a los 50 segundos ya estaba en ganancia: Gigliotti asistió a Erbes, el Pichi entró al área y la picó deliciosamente por sobre el cuerpo de Campestrini. El hambre de victoria, la actitud y la intensidad conque salió a jugar el equipo de Bianchi no se alteró ni siquiera con el injusto empate de Echeverría. Siguió insistiendo, generando chances más que claras de la mano de un gran partido de Juan Román Riquelme, que otra vez jugó como para que le renueven el contrato. Jugó e hizo jugar a todos. Tanto Grana y Erbes por la derecha como Insúa y Colazo por la izquierda, fueron una pesadilla para la defensa visitante. Si el 2-1 se demoró en llegar, fue por las grandes atajadas de Campestrini (cabezazo al Burrito Martínez en la línea y mano a mano a Colazo). Pero en el final del primer tiempo, Marcone metió la mano y Ceballos cobró penal. Un penal que Román cambió por gol, y por la justa ventaja, ya que Boca era muy superior.

En el ST, el local siguió yendo al frente y enseguida concretó el tercer gol: Emanuel Insúa metió una pisadita a lo Zidane, y tiró el centro, manoteó Campestrini, y rebotó en la testa de Colazo. Un gol de metegol. A partir de eso, se terminó el partido. Lucianito Acosta entró por Riquelme, y enseguida el chiquilín provocó el penal que Gigliotti transformó en el cuarto gol. El descuento de Furch, tras una siestita de Orión, fue sólo decorativo, Boca aplastó a Arsenal y jugó como hace muchísimo no lo hacía.

Este triunfo lo afianza en la zona de clasificación para la Copa Sudamericana. A falta de 9 puntos por jugar, el Xeneize se ilusiona con la vuelta a un torneo continental. Aún no se sabe qué pasará con Riquelme y con el futuro plantel. Pero sigue sumando, y eso es positivo de cara al futuro.