En una Bombonera a reventar, el equipo del Vasco Arruabarrena se quedó con el primer chico ante el duro equipo paraguayo.
No fue nada fácil para el conjunto local. Porque le costó penetrar el bloque defensivo del equipo de Astrada. Para colmo los delanteros locales estuvieron con pocas luces y Gago no aportó el pase entre líneas que se le conoce. Cerro intentó contragolpear, pero la defensa xeneize, a pesar de ciertos huecos, hizo un muy buen trabajo en el retroceso y a puro esfuerzo, cubrió todos los baches. Los abanderados fueron Marcelito Meli y el chico Cubas, que se volvió a tragar la cancha con un despliegue conmovedor y enmendando algunos errores de sus compañeros. Pero no sobraban chances claras frente a Barreto.
En el complemento, el Vasco tomó nota de esto y mandó a la cancha a Martínez y a Gigliotti, para tener más peso arriba. Y poco a poco, fue arrinconando a Cerro contra su arco, aunque sin tanta claridad. Fue tan pobre lo de los paraguayos que hasta Forlín se animaba a incursionar más allá del mediocampo y el Chiqui Pérez pateaba al arco. Hasta que a los 37 minutos llegó el éxtasis: Colazo tocó con Forlín, éste le devolvió la pared dejándolo solo con Barreto y Nico lo eliminó con el centro atrás para que Gigliotti, después de pifiar un tacazo, meta el zurdazo de carambola. 1-0 y festejo loco, aunque casi igualan los paraguayos en una jugada en la que eludieron a Orión. Pero fue triunfo justo y merecido.
Boca se quedó con el primer chico, y sabe que aunque no la tenga fácil en la revancha en Asunción, puede ir palpitando la semifinal con River, que en la ida le ganó 2-1 a Estudiantes en La Plata y casi aseguró su pase. Mientras suma todo lo que puede en el campeonato, la Vasconeta sueña con seguir en la Copa y enfrentar a su archirrival. Se puede.
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