Y sigue la racha. El equipo del Vasco Arruabarrena, sin Gago ni Lodeiro, vapuleó al difícil equipo de Pellegrino y se puso a un punto del líder San Lorenzo.
De entrada escasearon las situaciones de gol y sobraron los roces. Salvo un cabezazo de Vera en el palo derecho de Sara, el local no pasó sobresaltos. Osvaldo se carajeó con Desábato y hasta le ofreció pasto para que comiera, como los burros. Al margen de eso, a Boca le costó encontrar los caminos, pese a tomar la iniciativa. Chávez estuvo errático, y pese a las buenas intenciones de Carrizo no alcanzaba. Hasta que a los 38 minutos, un bombazo hermoso del Pichi Erbes venció la resistencia de Hilario Navarro. Y enseguida, tras un débil intento platense, llegó el segundo de contra: cortó el Cata, toque a Osvaldo, apertura a Carrizo y pase filtrado a Pablo Pérez que asistió al goleador, quien definió con un derechazo cruzado, de manual. Golazo de Osvaldo, otra vez en el arco que da a la 12, para irse tranquilo al descanso.
En el complemento, Boca tuvo el control de juego e hizo un culto de la posesión del balón con una precisión asombrosa. Arruabarrena cambió figuritas y los que entraron respondieron. Salió el aplaudido Peruzzi, el ovacionado Osvaldo e ingresaron Cristaldo, Marín y Calleri. Mientras tanto, los de Pellegrino perdieron la chaveta con las expulsiones de Aguirregaray y Auzqui. Y llegó el tercero tras una hermosa pared entre Marín y Carrizo: centro atrás del 4 y gol del pibe Cristaldo, el de los goles veraniegos a River. Un golazo, de galera y bastón. Y telón para la mejor actuación oficial en lo que va del año (por el rival).
El equipo del Vasco sigue invicto, está a un punto del líder y continúa su marcha triunfal. Demostró más que nunca que tiene con qué pelear todo hasta el final.
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