domingo, 17 de febrero de 2019

Boca 2- Lanús 1

Qué bueno que se haya reaccionado a tiempo. Cuando pasan esas cosas es mucho más fácil aspirar a cosas importantes. Después, siempre hay cosas para pulir, pero con resultados positivos y acomodando piezas como se vio hoy, todavía soñamos. Sí, señores. Boca todavía da pelea por el tricampeonato.

El primer tiempo fue un compendio de todo lo que no debe hacer un equipo que aspira a seguir peleando el campeonato. Lanús no salió a atacar, pero aprovechó espacios que le otorgaron para generar algún problema con Acosta. Y obligaba al equipo de Alfaro a salir con pelotazos largos para el pobre Benedetto, que era un llanero solitario ante tanto ladrillazo, obligado a salir a pivotear más que de costumbre. Sólo Mauro Zárate intentaba romper la monotonía con alguna gambeta o cambio de frente y mucha movilidad. Pero Pavón se cerraba en vez de abrirse y no desbordaba, ni contagiaba. En la única que lo hizo, definió pésimo tras una pared con el Pipa en vez de tirar centro atrás para Mauro. La escasez de juego, sumado a la actitud pasiva de algunos jugadores que parecían no entender que se esfumaban las últimas chances de pelea, formaban un cóctel de impaciencia en la Bombonera que debía apaciguarse en el segundo tiempo.

Y en el complemento se vio otra actitud, más movilidad, más hambre. Volvió Nahitán Nández con su habitual enjundia y garra charrúa, pero hacía falta algo más para quebrar el resultado. Y en 9 minutos, en el primer córner pateado por Mauro, llegó la apertura: gran cabezazo de Más para cambiarle el palo a Ibáñez. Un calco del gol de Lisandro López a Belgrano. Pero llegó el empate de Sand y parecía que volvía a fojas cero. Boca movió del medio y enseguida, cuando todos estábamos a las puteadas, apareció el Pavón pre Mundial, con sombrero y centro atrás para el gol de Maurito, tras rebote en un defensor. Enseguida entró Bebelo por Almendra y se vio un mediocampo compacto, metedor, que no dio ninguna por perdida. Marcone una vez más fue el patrón de su estancia y ordenó a todos. Lisandro López es otro jugador que llegó para quedarse: sabe cuando salir a cortar, tiene buen juego aéreo y no tiene dramas en reventar la pelota cuando hace falta. Incluso Izquierdoz ha levantado su nivel. Sin dudas ellos son los mejores refuerzos del semestre.

Faltó liquidar el partido (Benedetto no estuvo fino) y cuando Lanús tuvo oportunidad de empatar, apareció el Flaco Andrada para ahogarles el grito primero a Sand y luego a Pasquini. Entró Tevez (por lo menos esta vez no perdió ninguna pelota) y los minutos se fueron consumiendo hasta el pitazo final de Patricio Loustau.

Estamos a 10 puntos de Defensa. Pero todavía hay una mínima chance que no podemos desaprovechar. Ahora el miércoles tenemos el pendiente con Atlético Tucumán, que no está pasando un buen momento. Si le ganamos, quedamos a siete puntos del Halcón, con la chance de descontarle directamente el próximo domingo en Varela. O sea, lo ideal sería quedar a cuatro puntos, con hipotéticas victorias ante el Decano y Defe. Es muy difícil, no hay margen de error. Pero nunca hay que dar por muerto a Boca mientras haya un mínimo resquicio. Tratemos de aprovecharlo. Hay que seguir trabajando para mejorar. Me gustó el segundo tiempo. Sigamos así, luchando por el tri.

Cba24n



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