Fue un encuentro parejo, disputado, y por parte de Boca fue pobre en cuanto a la gestación de juego. Argentinos manejó la pelota por momentos con criterio e inquietó a Andrada, que incluso mostró algunas dudas en varios centros. El fútbol brilló por su ausencia: Zárate estuvo apagado, Tevez se mostró más claro y activo, aunque arrancaba de atrás, y bueno...Pavón y Benedetto tuvieron un partido para el olvido. ¿Dónde quedó esa dupla matadora del 2017? El 7 resuelve todas mal, no se entiende por qué volvió a ser titular cuando el momento de Villa es superior. ¿Será porque hay que venderlo? Y el 9, bueno, además de estar en una mala racha, ahora se pierde goles servidos incluso cuando los defensores rivales se chocan. Ay Dios...menos mal que los huevos de López, Buffarini y Nández siguen a la orden del día y el Bicho tuvo menos peso ofensivo que un alfiler.
En el arranque del segundo tiempo fue expulsado Romero en Argentinos y dos minutos después, tras una combinación entre Pavón, Tevez y Zárate, llegó el centro milimétrico para el frentazo cruzado y tan potente del Licha, que ni el manotazo de Chávez impidió que bese la red. (A propósito, es tremendo lo del ex Arsenal. Además de aportarle jerarquía a la defensa, más allá de algunas dudas que mostró en el primer tiempo, tiene una intuición poco común en un defensor en ir a buscar el cabezazo incluso en una jugada en movimiento. Y ya lleva cuatro goles en 20 partidos, una barbaridad, todos con centros de Mauro. Sin lugar a dudas, es el mayor acierto de Alfaro hasta la fecha, seguramente le van a comprar el pase porque demostró que lo vale. Y también está demostrando por qué lo venía pidiendo desde el 2012, cuando trajeron a Guillermo Burdisso y no a él). Y a Boca le quedó servido el partido para liquidarlo, pero no aprovechó bien los espacios. Para colmo Tello expulsó mal a Marcone a instancias del cuarto árbitro Abal y amonestó a Nández, que también se perderá la final. Este cambio obligó a que entre Campuzano cuando iba a hacerlo Wanchope y también lo hizo Villa por un errático Pavón. El Bicho no volvió a inquietar a Andrada, no tuvo peso arriba. Y así se fue el partido nomás.
Estamos muy contentos por haber llegado a la final de esta Copa. El espíritu de lucha, de sacrificio y la testosterona que tiene este equipo se volvió a hacer visible en la Bombonera. Pero hoy no jugamos bien, para nada. El momento de Pavón y Benedetto es pésimo, y en la final tendremos enfrente a un Tigre que juega muy bien. Ya esto parece una carrera de obstáculos, porque nos quedamos sin el doble cinco titular para la finalísima en Córdoba y los volantes escasean, si sumamos la lesión de Bebelo. Alfaro tendrá menuda tarea en la semana. Yo creo que para pelear la Copa Libertadores harán falta retoques y refuerzos de jerarquía, porque no siempre tendremos enfrente a un rival que te perdone la vida (Vélez) o como el de hoy que inquietó poco. Pero bueno, llegamos a la final pura y exclusivamente por los huevos y el espíritu que posee este equipo. Y a eso me voy a aferrar para ganarle al muy buen equipo de Pipo Gorosito, al cual felicito por lo que hace: parece mentira que vayan a jugar la próxima temporada en la B Nacional. Para jugar a algo, tendremos que esperar al próximo semestre. Ahora tenemos que apoyar a este plantel, porque equivocándose o acertando, están dejando todo con los huevos apretados a más no poder, como dijo Lechuga. Confío en el DT y en el plantel para ir por otro título. ¡Vamos Boca carajo!
Clarín |
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