Arrancó a toda orquesta con el gol de Wanchope a los seis, tras un córner de Pavón que peinó Almendra en el primer palo para habilitar al goleador. El aguacero se incrementó en el templo, a tal punto que Boca pudo haber convertido un par de goles más en situaciones claras que tuvo, siendo muy picante y generando un buen circuito de juego entre Tevez, Bebelo y Pavón, sumándose el Chelo Weigandt a los ataques. El juego debió suspenderse durante una media hora, y cuando se reanudó, el equipo de Bernardi intentó tibiamente. Pero era imposible jugar, con todos los charcos que había. Bebelo sufrió un patadón y en el entretiempo ingresó Nández.
En el complemento, al principio fue un monólogo de Boca. No generaba muchas situaciones claras, pero manejaba la pelota con criterio y fluidez. Pavón se mostró en buena forma, intentando siempre y tras una combinación con Weigandt, desbordó y le sirvió el segundo a Wancho, para casi liquidar la serie. Todo era fiesta, había dejado de llover, estaba todo controlado, incluso entró Zárate por un activo Tevez. Pero faltando diez minutos, el golazo de Prieto tras arrancar en velocidad de derecha a izquierda, hacer un autopase y cruzar un zurdazo imposible para Andrada, le llenó el quetejedi de preguntas al equipo local. Tan es así que el Flaco tuvo que intervenir con dos salvadas notables (una en la línea) para evitar que los mendocinos empaten y queden a tiro de ganar la serie. Es un animal este arquero. Yo sé que tiene condiciones para atajar en un club grande de Europa, pero sería bueno que los dirigentes no le pongan una cláusula menor a 25 palos. Y ojalá que se pueda quedar, porque desde la primera época de Orión que no tenemos un arquero tan confiable. Volviendo al partido, tras el susto, una falta a Wanchope dio lugar al tercer gol de Boca. ¿Por qué? Porque estaba el especialista Mauro, vivísimo para darse cuenta de que Ramírez dejaba muy al descubierto el primer palo y despachar un remate potente que inutilizó la tardía reacción del arquero. Golazo para cerrar el partido y la fiesta en La Bombonera pese a la lluvia, con el público demostrando una vez más que somos lo más grande que hay.
Boca dejó una imagen sólida en este cruce, salvo el lapso de tiempo entre el golazo de Prieto y el golazo de Mauro. Es cierto también que Godoy Cruz puso suplentes, pero creo que el equipo tuvo cierta confiabilidad con jugadores alternativos y eso es bueno. Ahora el jueves tendremos la posibilidad de terminar primeros en el grupo recibiendo al Paranaense, y recién después pensar en el probable cruce ante Vélez, que recibe a Lanús y va ganando 2-1. Me encanta que este equipo me genera ganas de verlo, por la entrega que tiene, aunque para ganarle a rivales más duros habrá que jugar el partido perfecto. Pero estamos por el buen camino. ¡Aguante Boca!
Telesol Diario |
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