Hoy quiero contarles, más en frío y todavía paladeando la segunda victoria del año contra River, las sensaciones que me dejó este triunfo. Arranco por la salida del equipo: me encantó que rompieran el protocolo y decidieran salir primeros al campo de juego. No por River, sino por el folclore y la tradición del fútbol argentino; a mi siempre me pareció una cagada que tratemos de emular a los europeos con ese protocolo, sobre todo en este tipo de partidos. Me encantaría que el Chiqui Tapia termine con esta pelotudez, porque ya bastante tenemos con una Liga mediocre de 28000 equipos como para matar el folclore y la pasión de nuestro fútbol con ese protocolo ridículo.
Este fue el primer Superclásico con público en la Bombonera desde que Juan Román Riquelme es dirigente. Y se vivió un clima festivo como siempre, pero mucho más ensordecedor, pasional y genuino. Rugiendo como fieras enjauladas durante los 90 minutos. Algo que no venía siendo así. Y los jugadores se contagiaron. Hoy podemos decir que Boca tiene jugadores que saben cómo afrontar los clásicos, con personalidad, pierna fuerte y mucho huevo. La gente jugó el partido desde el tablón, pero el plantel demostró amor propio y salió con el orgullo tocado por las declaraciones de Gallardo, que dijo que se sentían cómodos en la Bombonera. El Muñeco, incluso, pecó de canchero y soberbio al mandar a Juanfer Quintero de titular, como diciendo Te pongo al que te vacunó en Madrid, incluso sabiendo que no estaba para jugar. Le salió tan mal que lo tuvo que sacar en el entretiempo. El Negro Ibarra te dio una paliza táctica tapando la salida de Enzo Pérez con Payero y desgastando a De La Cruz. Ni el cambio de esquema te dio resultado. Por mi, seguí diciendo que Román tiene tiempo para comer asado. Y sigan viviendo de Madrid, que cada vez está más lejos, tan lejos como Angelici de Boca, cómplice de todos tus logros. River este año gastó 20 millones de dólares en refuerzos. Quedó afuera de la Copa de la Liga con Tigre, afuera de la Libertadores en 8vos ante Vélez (ambas definiendo en el Más Monumental) y perdió los dos Superclásicos del año. Si esto le pasaba a Arruabarrena, Guillermo, Battaglia o Ibarra lo estarían despedazando. Pero claro, pocos se animan a criticarlo al DT más soberbio del mundo. Nosotros con todos los quilombos internos que tenemos, lo eliminamos de dos copas nacionales, le ganamos con Battaglia, le ganamos con Ibarra. En el medio, claro, una derrota en el gallinero, la de la temprana expulsión de Rojo. Pero ahora ya no están D'Onofrio, ni Angelici y se nota. Y Boca hoy tiene jugadores con otro espíritu para estos partidos.
Quiero hablar de Benedetto, el autor del gol. Primero, nobleza obliga, gracias por darnos el triunfo contra las gallinas. Pero también vos deberías agradecer al Consejo y al cuerpo técnico que te hayan dejado jugar este partido. Nos eliminaste de la Libertadores (si fue adrede o no, no me consta ni me importa), puteaste en cámara al Consejo, reclamaste premios el día anterior a la revancha con Corinthians. Caminaste el clásico contra San Lorenzo. Le diste una nota al Pollo Vignolo en donde no hiciste autocrítica, ni le pediste disculpas a la gente, te hiciste el boludo cuando te preguntaron si era para el Consejo cuando todos vimos esa arenga, el fantasma de tu hermano le pegó a Riquelme por instagram, te hiciste el lesionado varios partidos y como si fuera poco te cagaste a trompadas con un compañero en el entretiempo contra Racing. Te falta mucha humildad para ser ídolo de Boca, Pipa. Treparse al alambrado al hacerle un gol a River es lo más espontáneo y genuino que puede haber. Me encanta, me remonta a los festejos de Batistuta y Manteca Martínez a comienzos de los 90. Pero eso de que sigan hablando y agarrarse los huevos es una vendida de humo más. Porque la mayoría de los periodistas serán una manga de forros; ahora nadie inventó tus puteadas al Consejo, ni el moretón de Zambrano. Tenés TODAS las condiciones futbolísticas para ser ídolo de Boca y sigo sosteniendo que sos el jugador de los últimos diez años que más cerca estuvo de serlo. Pero si no sos humilde, no lo vas a ser nunca, o serás ídolo de los 2.0 que no vieron la Libertadores del 2007. Repito, gracias por lo de ayer. Pero hay heridas que a mi por lo menos no me cierran. Espero que mientras sigas siendo el 9 de Boca nos des solamente alegrías y títulos.
Con respecto al Negro Ibarra, no me parece que hoy sea el momento de determinar si debe seguir dirigiendo la primera de Boca el año que viene. Pero sin ninguna duda que luego de un comienzo muy jodido, hoy sacó al equipo adelante, lo mejoró defensivamente y se lo ve más sólido. Llevaba tres victorias al hilo (una ante el puntero) y ayer tenía una prueba de fuego en un Superclásico. Le dio continuidad a una base, potenció a Langoni ante la lesión del Changuito y la de Villa, potenció a Figal que ayer jugó un partidazo, apostó con Payero y le salió, bancó a Benedetto ante la sequía y éste le respondió y logró convencer a su plantel con una paliza táctica a Gallardo. Encima es uno de los tipos más ganadores y con mayor sentido de pertenencia de la era Bianchi y un buen tipo: se lo merece. Ojalá sigamos así en torneo y Copa Argentina y salgamos campeones otra vez. Gracias a todos por entender que contra las gallinas se juega así, con enjundia. No podíamos no pelear este campeonato. Con todos los quilombos internos, a nivel local somos imparables y lo más importante: nos estamos volviendo a acostumbrar a amargar a River. Boca recuperó la mentalidad ganadora que tuvo siempre del 2014 para atrás. Aún teniendo todavía a Gallardo enfrente. Hacía muchísimo tiempo que no veía a un River apichonado en la Bombonera y fue gracias al plantel que puso huevo ante otro que gastó 20 palos verdes y los hinchas que armaron una fiesta digna de la historia del club. Por eso, más que nunca, fue un triunfo bien A LO BOCA. Y ya se sabe, a lo Boca se vive mejor...
Salud, pueblo Xeneize...
|
El Litoral |