sábado, 7 de septiembre de 2024

Boca 1 (8)- Talleres 1 (7)

 Si no sufrimos no somos Boca. Es así nuestra historia. Boca no teme luchar, pero mucho menos teme sufrir. En una noche plagada de desconciertos, donde no jugamos a nada, por primera vez en el ciclo de Diego Martínez, la diosa de la fortuna estuvo de nuestro lado en los penales. Brey se convirtió en héroe y clasificamos a cuartos, donde espera Gimnasia y Esgrima La Plata.

Es difícil hacer un análisis en frío, pero Martínez no encuentra el mediocampo. Hoy plantó un 4-4-2 con Zenón por la derecha, Medina y Pol en el doble cinco y Martegani a la izquierda. No le salió porque a Kevin se lo notó perdido, sin esa conexión mortífera con Blanco, que estaba del otro lado. El Colo Barinaga cumplió con mucho sacrificio, pero en su debut no le podemos pedir que ataque como el Negro Ibarra. Y también quiero destacarlo porque cumplió en la marca, el querido Tucu Palacios no lo pudo desbordar y convirtió con categoría su penal. Bien por él. Boca abrió la cuenta pasado el primer cuarto de hora: pase largo de Martegani por la izquierda, Aguirre no la dio por perdida y le ganó la posición a Mantilla que cubría para que salga la pelota, enganchó hacia adentro, desparramó a Herrera y convirtió. Golazo, pero si había VAR lo anulaban: la pelota había salido enterita. Y ni siquiera aprovechamos esto, ya que enseguida igualó Girotti con un derechazo cruzado. El equipo de Martínez se desconcertó y ya no jugó cómodo porque los del Cacique Medina ajustaron la marca. Para colmo en la última del primer tiempo Aguirre cayó mal y se lesionó la rodilla. Esperamos que no sea nada, porque tiene muchas condiciones y las está empezando a demostrar. Y por lo que invirtió el club en él. Muy flojo partido de Milton, que participó poco del juego y no tuvo chances de gol. No es lo mismo jugar con Merentiel que jugar por él y por Cavani. Tiene crédito, obvio, se lo ganó con goles y nunca negocia el esfuerzo. Al menos convirtió su penal. 

En el inicio del ST el Gigoló mandó al Changuito por el Brayan y trocó las posiciones de Zenón y Martegani: Kevin, aún con resabios de haber sido dirigido casi un mes por Mascherano se sintió más cómodo por la izquierda y mejoró un poco, pero al ex San Lorenzo se lo vio muy perdido en la derecha. El DT termina metiéndolo a Saralegui faltando veinte minutos, lo cual era lógico. Más allá de esto, a Boca le faltó determinación para llevarse puesto a Talleres, que solamente inquietó en alguna pelota detenida. El Xeneize tuvo actitud, pero no la suficiente que se necesitaba para ganar, más en una instancia decisiva. El Changuito, con algunas gambetas, Kevin con alguna escalada, fueron de los pocos que mostraron rebeldía, pero algunos no parecieron ser conscientes de lo que se estaba jugando. Y el técnico otra vez no agotó los cambios; cuando pasa eso es que no está conforme con el plantel. E indudablemente la inevitable salida del Equi Fernández le descajetó todo el mediocampo, porque no encuentra el engranaje perfecto para Medina y Zenón, que fueron víctimas de asno antifútbol de Mascherano. Ni siquiera confía en Miramón que debería tener más minutos teniendo en cuenta que Pol tiene la irrevocable decisión de irse. Seguramente influyen algunas ausencias importantes, pero eso no puede ser excusa. Mucho trabajo tiene Diego Martínez, que de no ser por la impericia de Mantilla y Moyano (además de que Brey se lo atajó a Alejandro Martínez) quedaba colgado del pincel. Herrera le había atajado los disparos a Pol y Medina (prácticamente vendido al Fenerbahce) y la T desperdició dos chances de match point, ya que también había fallado Anselmino. Definieron los arqueros: Brey agujereó la red, mientras que el golero cordobés desvió su zurdazo. Ah, me olvidaba de dos cositas: qué asco me dio la transmisión partidaria de Talleres que hizo TyC Sports. El sorete cabeza de rodilla de Julián Bricco, el mismo que se burló del patadón que rompió al Changuito Zeballos contra Agropecuario tenía unas ganas de que ganen ellos...no sólo dijo doscientas mil veces que la pelota se había ido en el gol de Aguirre, sino que también la repitieron doscientas mil veces. Si River hace un gol así ni se mosquean y como mucho la repiten una vez. Ni disimulan las plumas. Ni Gustavo Lombardi, que jugó en River tenía tantas ganas de que perdamos. Sí, esta vez choreamos. No había VAR, como hubo en doscientos partidos que nos robaron. Y si alguien merece que le robemos es Andrés Fa$$i, que lloró durante toda la previa. Ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón, cordobés garca. Devolvé los dos palos y medio que te regaló Angelici por una venta de Pavón que nunca se hizo, CHORRO. Y como diría Yayo, ÉSTA ES PARA VOS.

Boca avanza y respira, también su entrenador. Pero futbolísticamente sigue en deuda. Era obligación pasar, ojalá que esto sea una inyección anímica para seguir repuntando en el torneo local. Ahora vamos al Cilindro ante un Racing que a diferencia nuestra sigue en la Sudamericana, pero también tiene en jaque a su DT y está envuelto en un convulsionado clima institucional por las próximas elecciones. Hay que aprovechar eso y recién después pensar en River. El Gigoló ha demostrado estar a la altura de los clásicos, ojalá esta vez no sea la excepción. Vamos Boca carajo!!!!


Catamarca Actual


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