Poco para rescatar. En Boca, lo positivo fue la muy buena vuelta de Fabra, al que se lo vio con el ritmo que traía desde la Reserva y con su habitual jerarquía. También el debut interesante del pibe Agustín Obando, que aportó dinámica y lucha por el costado izquierdo. Y la confirmación de que Mauro Zárate, hoy por hoy es el mejor jugador de este plantel y no puede faltar nunca. Entre los tres tejieron el gol a los 12 minutos: el colombiano se la dio al pibe, éste desbordó y metió un centro venenoso: Pocrjnic no calculó bien, la pelota termina rebotando accidentalmente en el brazo del ex Vélez, que la terminó empujando con el arco vacío. Mauro jugó por primera vez de nueve desde que está en el club y fue uno de los pilares del equipo. A esta altura no sé qué más tiene que hacer para ser titular en los partidos realmente importantes. Alfaro, date cuenta que no puede faltar nunca.
No hay mucho más por resaltar, sólo que Aldosivi empató por una macana de Campuzano grande como una casa, al regalarle la pelota a Iritier, que lo dejó solo a Chávez con Marcos Díaz. Al colombiano mediocampista le falta adaptación al fútbol argentino, pero estaría bueno que no cometa errores propios de un amateur. El local atacó poco y nada, pero se las ingenió para complicar al fondo xeneize con la movilidad de Pisano y la potencia de su centrodelantero, pero no pasó mucho más. En Boca ingresó Reynoso (que alternando buenas y malas se muestra cada vez con más confianza y asociándose en ataque) y debutó el juvenil Brandon Cortés. Pavón y Villa desbordaron un par de veces, pero el empate no se movió. La enjundia de Nández fue el sostén del mediocampo, pero faltó profundidad.
Algunas certezas de cara al partido del miércoles: Zárate no puede faltar nunca y el colombiano Fabra demostró que está con ritmo y con la calidad intacta. Ante un rival que se va a meter atrás, estos dos no pueden faltar. Mauro con su nivel se pone solo y Más no venía jugando mal los últimos partidos, pero ante estos equipos, la jerarquía del cafetero puede ser clave. Mi once: Andrada: Buffa, López, Izquierdoz, Fabra; Villa, Marcone, Nández, Bebelo; Zárate y Benedetto. Pero bueno, yo no soy el técnico. Ojalá que Alfaro me de pelota. Estamos obligados a ganar por la derrota del martes, y si es por goleada, mucho mejor. La lógica sería una goleada a nuestro favor. Ojalá se de. ¡Vamos Boca!
Diario La Capital de Mar del Plata |
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