Rosario Central 2- Boca 2

 Obvio que hubiera querido ganar. Pero por cómo se dio el partido, con un arbitraje espantoso de Penel, hincha de Independiente anti Boca, más el tiempo que hizo descaradamente este equipo minúsculo y con una hinchada asquerosamente anti Boca que se la pasó tirándoles cosas a nuestros jugadores, sabe a desahogo. Y además porque vi otras ganas e incluso otra intensidad en este equipo de Almirón, injustamente expulsado. Se va notando el trabajo. Hoy, la verdad, me quedo conforme...

Se vio otra movilidad y dinámica en Boca, pero casi no creó situaciones de gol porque Oscar Romero, Villa y Merentiel estuvieron apagados. Increíblemente Advíncula y Pol jugaron bien, también Payero hizo lo propio, mientras que Barco jugó disminuido por un golpe y quedó pagando en el golazo de Giaccone (recorte hacia adentro y fierrazo de zurda arriba, sin que Valentini salga a atorarlo).

Para el ST Almirón sacó al golpeado Barco y al amonestado Valentini e hizo ingresar a Roncaglia y Sández. Penel cobró un mano de Advíncula inexistente en el área y retrotrajo vía VAR. También entraron Briasco y Vázquez y llegó el empate: el peruano trepó, centro de Villa pasado, el Beto la mandó al medio y Payero la empujó a la red de cabeza. Pero otra vez sopa: centro y gol del pibe Véliz. Y se picó el partido; Montoya debió ser expulsado por el sinvergüenza de Penel (no una, dos veces). En ésta última por un codazo a Vázquez, que terminó en la insólita expulsión de Almirón. Penel, ya sabemos que te encanta perjudicar a Boca y que te morís de ganas de que descendamos. Pero sabés qué? No solamente te vas a quedar con las ganas, sino que vas a ver descender a tu equipo por segunda vez, como en el 2013 y esta vez peor porque hay 28 equipos en primera, no 20. Hay mucho olor a descenso en tu club, dedicate a dirigir bien payaso, porque Boca no tiene la culpa de que Independiente esté hecho mierda. Russo ya había sido también expulsado por no poder hacer un cambio. Miguelo querido, agradecé que no te echaron a Montoya. Lo mínimo que podía hacer este amargo era adicionar diez minutos y en la última llegó el empate: centro de Villa, Vázquez la bajó con el hombro y Figal la empujó al gol de palomita. Merecido premio de un equipo que mostró un temple que no se venía viendo, tuvo hasta otra intensidad y no claudicó nunca.

Lo dicho, quería ganar. Pero por cómo se dio el partido, es un puntazo porque no solamente no merecimos perder, sino que el árbitro cobró todo para ellos y además no ligamos un carajo. Esta hubiera sido la cuarta derrota consecutiva en el torneo local. Hoy estoy contento por la mejora del equipo, sobre todo en intensidad y en actitud. Ahora con una semana completa de trabajo de Almirón, sin Copa en el medio, esperemos seguir mejorando para ganarle al Racing del soberbio Gago. Hoy había que salir de perdedor. Vamos Boca!!!

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