Mal resultado para el equipo de Falcioni. El Xeneize igualó 3-3 con el Rojo y quedó muy mal parado de cara a la revancha, por el gol de visitante.
El partido se abrió tras un pelotazo y un grosero error de Galeano: la pelota le quedó a Silva y el uruguayo, que está en racha, fusiló a Navarro, estableciendo el 1-0. El local hizo un gran primer tiempo, abriendo la cancha con Ledesma por un lado y con S. Miño y Clemente por el otro, y creando situaciones claras para merecer más goles, pero la falta de suerte (y puntería), lo impidió. Tan es así, que sobre el final, tras una chance que marró Blandi, llegó la contra rápida del Rojo, con un desborde de Vidal y el anticipo perfecto de Santana: 1-1 y sonaba a injusto, a los 44 minutos. Pero Boca, en el descuento, desniveló otra vez: Silva pivoteó, tocó atrás, y Somoza puso el 2-1 con un derechazo hermoso que pegó en el palo y entró, imposible para Hilario. Así se iban al descanso.
Pero el Rojo reaccionó en el comienzo del ST, aprovechándose de una muy mala salida del juvenil D' Angelo, tras esto, Paulo Rosales la colocó por arriba del arquerito y puso el 2-2. Al rato lo echaron al Flaco Schiavi por otra falta al Tecla Farías, provocándose la doble amarilla, y por ende la expulsión. Esto obligó a Falcioni a hacer debutar al uruguayo Albín, pasando Cellay de 2. A esa altura, ya el partido estaba para cualquiera. Independiente tuvo sus chances, como un cabezazo de Farías que D'Angelo le tapó increíblemente, y Boca la suya, con un mano a mano que Navarro le tapó a Clemente. Pero el nuevo desnivel llegó: tras una enorme jugada de Albín, le hicieron foul en la medialuna del área. Se perfiló Sánchez Miño, y el pibe, nuevamente figura, no perdonó. La caricia de la zurdita prodigiosa del nene terminó incrustándose a la izquierda de Hilario, que ni siquiera atinó a tirarse. Golazo, ante la atenta mirada de Alejandro Sabella, DT de la Selección, que estaba en uno de los palcos. 3-2 a 15 del final.
Para todo esto ya había ingresado Lautaro Acosta por un errático Blandi, y el ex Lanús hizo algunas jugadas muy interesantes en su debut. Es más, tuvo el cuarto gol en sus pies, pero prefirió dársela a Silva por ser generoso cuando la jugada no lo ameritaba. Boca pudo haberlo liquidado, como Independiente empatado, hasta que a los 90, Clemente le hizo un penal tontísimo a Leguizamón, y el Tecla Farías lo cambió por gol, convirtiéndose otra vez en verdugo xeneize. 3-3 y un panorama difícil para los de Falcioni.
El Rojo quedó muy bien parado de cara a la revancha. Le sirve el 0-0, el 1-1, el 2-2 para pasar, y obviamente ganar. Con un nuevo empate en 3, habrá penales. Boca tiene la obligación de ganar en Avellaneda para pasar de ronda, salvo que empaten 4-4, que por lo que se vio en los últimos enfrentamientos entre sí, no habría que descartarlo. El miércoles que viene será la revancha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario