Fea derrota del equipo de Falcioni. Una vez más, el equipo de Alfaro lo amargó y se quedó con los tres puntos.
El primer tiempo Arsenal intentó más y complicó a Orión con un par de centros. Boca no tenía respuestas. Fue un equipo inconexo y anodino, que pasó de bailar a Racing en la Bombonera a dar una imagen fea e imprecisa. Así y todo tuvo una chance para lograr la ventaja: Marconi bajó a Acosta en el área (similar al penal que le hicieron al Laucha contra River) y Trucco pitó el penal. El encargado fue Schiavi y pateó una masita que atajó Campestrini. Hubiera sido una chance inmejorable, pero la desperdiciaron.
En el ST, Boca entró dormido: al minuto, Canales desbordó a espaldas de Clemente, tiró el centro atrás y Zelaya la mandó a guardar, ante la pasividad de la defensa xeneize. Arsenal fue un equipo muy inteligente, e hizo que los pibes de Boca no gravitaran. Ni Pol Fernández, ni Paredes pudieron aportar la cuota de fútbol necesaria. El equipo local estuvo un par de veces cerca del segundo, pero terminó metido atrás ante un Boca que trató de arrinconarlo sólo con pelotazos. Falcioni, inexplicablemente, terminó con tres 9 en cancha (Silva- Blandi- Viatri), pasó a defender con 3 y casi no tenía desborde. Así terminó el encuentro.
Boca intentará cerrar el año con un triunfo de local ante el Godoy Cruz que ahora dirige Palermo. Aunque lo más importante es que, pese a la derrota, se aseguró la clasificación a la Copa Libertadores antes de jugar, gracias a la victoria de River ante Lanús (lo que también posibilitó la consagración de Vélez). Pero deberá lograr una regularidad en el juego si quiere pelear el torneo continental, independientemente de quién sea el entrenador.
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