Guille planteó un equipo muy distinto al que suele parar últimamente en la Copa, con mucho más juego que combatividad, con Gago y Almendra repartiéndose el control en el mediocampo. Pese a eso, la mano arrancó torcida, porque a los 10 minutos Zárate perdió la pelota frente a Pérez García en posición de 4 y éste se la dio rápido a Fede González para que con un zurdazo decretara el 1-0 visitante. Un error de Mauro, al que le afanaron la pelota como le afanarían un caramelo a un nene. Ojo, así como remarco esto, también hemos de destacar que no se cayó y siguió pidiendo la pelota y tratando de generar peligro. Personalidad le sobra.
Pero Boca mostraba buenas intenciones, con la movilidad de Zárate y Tévez, los pivoteos de Benedetto (muy importante, fue titular para seguir sumando ritmo de cara a las Superfinales) y el buen pie de Gago y Almendra, que se tragó la cancha con un despliegue y con una claridad increíble para conducir los ataques. Cardona también mostraba sus ganas por la banda izquierda, y en casi media hora llegó el empate: Zárate jugó con Gago y Fer puso una cortada estupenda (un poquitín larga) para el Pipa, que de todas formas, llegó antes que Batalla que lo tocó. El rebote lo aprovechó Carlitos, para definir con el arco vacío; si no entraba, Delfino tenía que cobrar penal. Enseguida el Pipa casi convierte de vaselina tras un gran robo y entrega de Almendra. Terminaba mejor la primera etapa Boca, en medio de los cánticos pidiendo la Copa Libertadores como sea.
En el segundo tiempo costó, porque Tigre aprovechó la poca marca del mediocampo xeneize para complicar con el buen pie de Pérez García y Cachete Morales. Y atacaban por los laterales, donde Emmanuel Más no termina de ofrecer ciertas garantías. Sin embargo, los centrales Goltz y Balerdi se mostraron muy firmes, especialmente el juvenil, que demostró una vez más que tiene futuro. Y Rossi se volvió a mostrar muy sobrio, firme e híper concentrado, hasta para los centros. Al Flaco Andrada ya le dieron el alta médica esta semana, ¿tendrá también el alta futbolística para la revancha en el Monumental? Por lo pronto, Agustín está haciendo que no se lo extrañe tanto, se lo ve muy sereno y aplomado.
Guillermo mandó a la cancha a Espinoza por Benedetto, que tenía programado jugar 60 minutos. Y enseguida el ex Huracán cambió el rumbo del partido con dos apariciones clave: primero dejó el tendal amagando sobre la derecha a pura gambeta, tiró el centro atrás con un pequeño desvío y Cardona sorprendió a Batalla con un formidable derechazo sobre su izquierda. Un golazo para aniquilar anímicamente a Tigre. Y al toque, otra jugada sobre la derecha, gran cortada para Tévez, con caño incluído a Caire y el Apache que liquida el partido con otro túnel a Batalla, quien volvió a sufrirlo con otro doblete como en el Superclásico del Monumental que terminó 4-2. Ya debe tener pesadillas, pobre Augusto...
A partir del segundo y tercer gol, todo fue de Boca y contó con varias situaciones para ampliar la ventaja ante un rival entregado. Y para seguir en la onda Superclásica, Buffarini puso cifras definitivas vistiéndose de Ibarra: en el vértice del área, enganchó para la zurda y perforó el ángulo derecho de Batalla. Sí, un calco del recordado golazo del Negro a Costanzo, en el mismo arco, el día que nació el Topo Gigio de Román. Y al minuto nomás casi convierte el quinto con otro zurdazo, esta vez al primer palo, pero el ex River le negó el grito. ¡Lo que hubiera sido! Aclaro que de ninguna manera los estoy comparando eh, sólo digo que los dos goles fueron iguales. Salvo, claro, por la trascendencia de un partido y otro.
Terminó Boca a toda orquesta. Goleando a un Tigre que se hunde en la zona roja de los promedios, con jugadores que aprovecharon sus oportunidades para al menos ganarse un lugar en el banco de suplentes en las finales, y con tres puntos que se necesitaban para escalar un poco en la Superliga. Ahora bien, lo más importante viene a partir del próximo sábado. A arrancar la semana con todas las pilas, prepararse de la mejor forma para encarar estos compromisos y mostrar el carácter que se requiere en estos partidos. Y que nunca puede faltar... Porque hoy terminamos a puro gol, pero la séptima es nuestra obsesión...¡¡VAMOS BOCA CARAJO!!
Clarín |
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