martes, 6 de noviembre de 2018

Sensaciones de cara a la gran final

Hoy tengo ganas de contarles a ustedes lo que me pasa con esta finalísima de Copa Libertadores entre Boca y River. Obviamente con el deseo lógico de que el equipo de los Mellizos se quede con la tan ansiada 7ma Copa. Pero también quiero decirles que estoy transitando una semana muy tranquila, pensando mucho en el partido, eso sí, pero mentalizándome para no volverme loco. Yo soy muy fana de Boca, pero creo tener la lucidez y frialdad necesarias como para prepararme para una derrota. Obviamente teniendo en cuenta que hay cosas realmente mucho más importantes en este mundo. Siempre digo que hay que estar preparado para la derrota, por más que un equipo sea favorito o no. En este caso quizás River esté más tranquilo por los últimos antecedentes, y por definir de local en su estadio. Aunque yo creo que en este caso no hay favoritos: no veo tanta diferencia entre un equipo y otro. Y gran parte de la vereda de enfrente creo que no está preparada para la derrota, porque con su soberbia viven escupiendo para arriba, amparándose en los últimos antecedentes de mano a mano. Ojo, no son todos, conozco gente de River con la que se puede hablar, que ni se le cruza por la cabeza cargarte, y que seguramente pensará en la derrota como una clara posibilidad. También conozco a otros que son buena gente, aunque a veces rompan las bolas con alguna cargada. Pero si yo tuviera que escribir en esta columna las barbaridades irreproducibles que suelen poner muchos otros en redes sociales, terminaría escribiendo un libro tan gordo como el de Don Quijote. No tendría que hablar de los hinchas de River, pero la gran mayoría de los que se lee en Instagram, Facebook y demás, son infumables con tanta soberbia. Y esos hinchas, que indudablemente además tienen mala leche, también merecerían la derrota. Nada más.

Si vamos a poner en contexto la coyuntura que rodea a este partido, primero hay que empezar por la disparatada idea del presidente de La Nación en querer que haya público visitante. Me resulta incomprensible que este hombre siga careciendo de sentido común con todos los problemas que tiene este país por sus manejos (o desmanejos, según como se lo vea). Este señor sigue creyendo que es el presidente de Boca porque se preocupa más por su club, cuando la realidad en la Argentina es cada vez más angustiante. Señor presidente DE LA NACIÓN (por si no le queda claro), con el respeto a su investidura, que a esta altura es lo único que se le puede respetar, le quiero decir algunas cosas: primero, que nuestro país no está preparado como sociedad para recibir público visitante en un partido de esta magnitud, por culpa de la violencia. Entiendo que es un evento único, porque el mejor clásico del mundo en una final de Copa Libertadores es algo que ni el más fanático de este deporte que amamos tanto esperaba, y que es merecedor de estadios llenos de ambos clubes. Ni siquiera ha habido una final de Champions League entre Real Madrid y el Barcelona, y esto lo distingue aún más. Es algo que no creemos que se vaya a repetir. Pero no estamos en condiciones, no hace falta que repita las razones, aunque nos duela. Y además usted no puede promulgar una idea semejante sin antes hablar con Angelici y D´Onofrio, en este caso, que son los responsables de organizar estos eventos. ¿Usted piensa que la imagen del país se arregla con esto? ¿Usted le va a matar el hambre a la gente pobre por darle esa imagen al mundo? Como dijo acertadamente Diego Díaz, ¿en qué mundo vive usted Macri? O para ser más preciso, ¿en qué país vive? Por último y cierro con esto: quiero recordarle que usted hace 11 años que dejó de ser el presidente de Boca para ser Jefe de Gobierno de la Ciudad. Usted es el Presidente de La Nación, por si todavía su negligencia no lo hizo tomar conciencia, y por el bien de todos los argentinos, preocúpese por sacar adelante al país sin meterle la mano en el bolsillo a la gente que cada vez tiene menos. Sino, termine su mandato el año que viene, déjele la Presidencia de la Nación a otro político con nuevas ideas (si es posible de otro partido) y que piense un poco más en los más necesitados y vuelva a postularse para ser presidente de Boca, que ahí sí hizo muy bien las cosas.

Otro tema son todas las especulaciones que se vienen haciendo en torno a este partido. Yo soy un convencido de que la mayoría de los medios no quieren a Boca campeón de la Libertadores, y además algunos tiran alevosamente a favor de River. No hace falta decirlo, lo puede comprobar uno mismo viendo los canales, o leyendo los portales. También es verdad que River y D´Onofrio tienen mucho peso en la Conmebol, hecho que quedó comprobado con varias cosas que favorecieron al Millonario. Y es cierto que yo vengo diciendo que ojalá que no pasen cosas raras ni que los favorezcan. Ahora, si yo verdaderamente pienso que por esto River ya ganó la final antes de jugarla, ni tendría que mirar el partido. Porque algunos bosteros me dicen: no, nos van a bombear, el presi de River tiene todo arreglado, etc. A mí lo único que me hace dudar es que como se define en el Monumental, la gente no se bancaría una derrota. Porque seguramente ellos van a tener toda la fiesta preparada, eso sí. Pero eso no les asegura nada, y la historia trae ejemplos rotundos. Brasil tenía todo preparado en el Mundial que organizó en 1950 y terminó sufriendo el Maracanazo de Uruguay en la final. En Italia 90 estaba todo dado para que los tanos festejaran otro campeonato, pero en semifinales, con el gran planteo táctico de Bilardo y los penales de Goyco le cagamos el festejo. Muchos me dirán con razón: eran otros tiempos. Sí, es verdad, hoy hay mucho más negocio y se mueve más plata, pero ¿por qué tengo que pensar que ganarle la final a River en el Monumental tendría que ser con tintes milagrosos, como los dos ejemplos que acabo de mencionar? No viejo, yo quiero creer que tendría que haber justicia y no va a pasar nada raro.

Ojo, también hay paranoia del otro lado eh, como siempre. Los giles que siempre dicen AFA Bostera, ahora saltaron por la sanción justa a Gallardo (y se quedaron cortos), diciendo que la Conmebol los quiere bajar. Muchachos, ¿bajar de qué? ¿De dónde? ¿No les parece que los ayudaron un poquito para estar donde están? Déjense de joder y no sean tan caraduras. Nosotros tenemos más motivos para desconfiar. Y no le tenemos miedo a Gallardo, él debe cumplir su suspensión por haberse cagado en el reglamento. Le tenemos miedo a la lavandina, al ayudín que los caracterizó en los últimos tiempos. No lloren más, ya cansan con tantas lágrimas.

Otra cosa de la que se habla mucho es de quién pierde más en caso de derrota. Yo entiendo que estamos ante el Superclásico más importante de la historia, por el hecho de ser una final y encima de Copa Libertadores eh, no de torneo local. Pero algunos medios lo quieren instalar como que va a ser un calvario tan insoportable para el que pierda que se va a tener que ir del país. Paren un poco hermano, no sean exagerados, ¿no se dan cuenta que no ayudan en nada con ese mensaje? Si queremos mejorar el fútbol y la sociedad hay que empezar por los portadores de micrófonos. Sé perfectamente que sería muy dolorosa una derrota por lo que representa la trascendencia de este partido, pero nada más. Nadie se tiene que cortar las venas, ni hacerse malasangre o irse del país. Los medios tienen que sacarle dramatismo a estas cosas, porque no ayudan en nada a que la sociedad pueda mejorar. El otro día un amigo hincha de River (un pibe bárbaro al que el fanatismo no lo ciega) me dijo que Boca no va a perder prestigio si le toca perder. Y tiene toda la razón del mundo. Si Boca pierde...¿se le anulan las seis Libertadores que ganó antes y las tres Intercontinentales? No. Si el que pierde es el Millo, ¿perdió lo que ganó antes? No. ¿River dejó de ser grande por el hecho de haber descendido? ¿Dejó de ser el club que más títulos locales ganó en su historia? ¿Se borró su gloria anterior? Por supuesto que no. Por eso digo que los medios deberían poner su granito de arena para desdramatizar las cosas, lamentablemente muchos no lo hacen. Para el ganador será la gloria eterna y para el perdedor las cargadas más humillantes. Nada más. Yo deseo fervientemente que Boca salga campeón. Sería el triunfo más importante de la historia para nosotros; también para ellos. Pero también deseo que haya paz, que al que le toque ganar pueda festejar como corresponde, que no haya inadaptados que sólo sirven para hacer negocio y arruinar un espectáculo tan hermoso. No quiero Panaderos, ni gas pimienta, ni quilombo, ni tablones quemados, ni nada raro. Este es mi mensaje y lo quiero compartir con todos, no solamente con los que estamos pasionalmente involucrados con esta finalísima. Y también aconsejo en este caso a los hinchas tanto de Boca como de River: no se vuelvan locos si les toca perder. No vale la pena salir lastimado o agredido. Estén tranqulos, esto es un partido importantísimo y nada más, la vida sigue. Yo admito que estoy muy sereno ahora porque estoy tratando de prepararme para ver estos partidos. Y además estoy priorizando otras cosas, además de la salud mental. Deseo que haya paz, que festeje Boca pero que haya paz. Si nos toca perder, hay que bancársela. Si les toca a ellos también. Seamos más grandes y demostremos que podemos dar una buena imagen.

Diario Río Negro


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