Como todos ustedes saben, este blog trata sobre análisis y estadísticas de los partidos de Boca, mi gran pasión. Pero yo creo que hay situaciones o momentos en los que siento que mi aporte tiene que ser sobre otro tema. Obviamente que no voy a ser ajeno al tema del mes y del año, que es la final Superclásica de la Copa Libertadores y a lo que lo rodea, pero hoy tengo ganas de hablar de otra cosa, como dice el título de esta nota: el nivel del periodismo deportivo actualmente.
Como todo en este mundo, hay periodistas con los cuales coincido mucho y hay otros con los cuales no coincido nada o muy poco. Tuve la suerte de cruzarme a varios, como por ejemplo Rodolfo De Paoli (uno de los mejores relatores) a quién encontré en una confitería, y caradura como soy, fui a saludarlo y me respondió con muy buena onda. Y este año tuve la fortuna y la bendición de ir a mi amada Bombonera por la invitación de un amigo y ex compañero de Periodismo Deportivo que relata la campaña de Defensa y Justicia, Raúl Bieber (a quien le voy a estar eternamente agradecido porque me hizo cumplir uno de los más grandes sueños de mi vida y encima en la cancha que más amo). Bueno, la cuestión es que ese día, en una de las cabinas de al lado estaban Pablo Giralt y Matías Martin, y también resultaron ser muy copados y me saqué una foto con ellos. Estas son anécdotas personales, pero las cuento para que la gente sepa y porque me parece importante remarcar estas experiencias al estar haciendo mis primeras armas. Y si sirve para que me conozcan más y mejor, bienvenido sea. Al fin y al cabo para eso también escribe uno.
Así como de chico admiraba a Macaya Márquez, siento una gran admiración por Juan Pablo Varsky y Gonzalo Bonadeo. Me parecen geniales, y tienen una gran virtud que casi nadie la tiene: saben muchísimo de todos los deportes habidos y por haber. Yo no tengo esa capacidad; a mí me sacás del fútbol y estoy al horno. También respeto muchísimo a Alejandro Fabbri, me parece un capo de las estadísticas y un excelente comentarista (lástima que eligió no comentar más). Diego Latorre actualmente es el mejor comentarista del país, aunque a veces tengo la sensación de que por haber jugado en Boca le tira flores de más a River y no tanto a Boca, para que no lo tilden de bostero. Y así otros virtuosos, como Víctor Hugo Morales, Quique Wolff, etc. Aprendí muchísimo de un profesor en la materia Fútbol que tenía cuando yo estudiaba la carrera: Alberto Callegari, jefe de Deportes del Diario Popular; me encantaría que me leas. Y no me quiero olvidar de la memoria del Mariscal Perfumo, que tan bien veía y analizaba el fútbol.
Como dije antes, coincido con unos y no con otros. Pero quiero hacer hincapié en dos nombres: Sebastián Vignolo y Diego Díaz. El Pollo es uno de los mejores relatores y suelo coincidir con él en muchas de sus opiniones; no tanto con Diego Díaz. Pero curiosamente estoy en desacuerdo con la actitud de Vignolo de hacerle una nota al presidente de Boca (de la Nación, perdón, mala mía) cuando se hablaba del delirio de Macri de querer que haya público visitante en los Boca-River de estas finales de Copa. Pollo, con todo el respeto que te tengo como profesional y porque creo que sos un excelente relator, la verdad que no me gustó un carajo. No sé si fue idea tuya, o de la producción de tu programa, pero me parece que no corresponde hacerle una nota a Macri en este contexto desolador que está atravesando nuestro país. Con gente que se muere de hambre, con jubilados que no tienen para pagar sus medicamentos, con una gobernación de la provincia que no hace un carajo por solucionar el problema de la inseguridad, etc, etc,etc. Me parece que no colabora en nada con toda esta situación de mierda, con perdón de la palabra. En cambio Diego Díaz le cantó las cuarenta al aire (y eso que no miro su programa y el de Vignolo sí) y le dijo todo lo que pensamos los argentinos: ¿en qué mundo vive?, ¿qué país está gobernando?, para cerrar con que si había público visitante, los heridos que hubiera iban a ser culpa suya. Y si queremos sacar adelante al país, esta es la actitud que ayuda. No lo que hizo el Pollo. Para cerrar con ellos dos, tampoco me gustó ver que se tiren palos al aire sin nombrarse. Muchachos, ustedes son grandes y son periodistas deportivos, no den ese ejemplo a los jóvenes que quieren abrazarse a esta profesión. No son Mica Viciconte y Nicole Neumann, no conviertan al periodismo deportivo en el programa de Rial o en el de Tinelli. Con todo respeto se los digo...
Hoy en día el fútbol se farandulizó demasiado. No me entra en la cabeza que hoy venda más generar polémica en la previa de un Superclásico preguntando qué equipo tiene más carácter, generando que algún jugador pise el palito y se hable más de eso que de fútbol, que es de lo que se tiene que hablar. Tampoco me cabe que se comente cuánto dinero gana un jugador, o de lo que haga con su vida privada. Y tampoco que haya periodistas que por ser amigos de tal jugador le chupen las medias a morir. Muchachos, es lamentable cómo están convirtiendo algo tan lindo en algo digno de un programa de chimentos. En serio les voy a preguntar esto: ¿ustedes se piensan que nos gusta esto a los que verdaderamente amamos este deporte? ¿Se creen que vende más? Cómo le están pifiando, por Dios...cada vez lo entiendo más a Riquelme cuando se enojaba con periodistas deportivos que no hablaban de lo que correspondía. Me acuerdo clarito cuando le dijo a Elio Rossi: cuando vos estudiaste periodismo estudiaste para hablar de fútbol y de lo que menos hablás es de fútbol. Con razón Román casi no da notas ya: salvo con Vignolo, no habla con nadie más porque hoy son peores. Yo todavía mantengo la esperanza de que esto cambie y todo el periodismo deportivo vuelva a ser serio. Y no que tengamos que soportar payasos de panelistas como Lunati, que ahora que se retiró del arbitraje es enfermo de River y no tiene la capacidad ni el intelecto para ser imparcial. Por suerte lo rajaron, por algo será.
Otra cosa: no es por ser de Boca, pero me hincha un poco las pelotas que los medios nos tengan tanta bronca y tiren más para River. Porque eso se ve claramente. He visto zócalos que decían: River ganó 2-2. Muchachos, me dan vergüenza ajena. Disimulen un poco, porque las plumas ya se les ven a 500 km de distancia. Y les recuerdo, por si lo olvidaron, que no tienen que subestimar a Boca. Realmente es indignante y hasta muy poco profesional esto. Y no es ejemplo para ninguno que pretenda ser imparcial: yo soy de Boca, sí, pero sé reconocer si River juega mejor, y cuando Boca es un desastre también lo digo sin que me tiemble el pulso. Pero nunca se me ocurriría demonizar todos los días a un equipo por nada, como hacen ustedes todos los días. Ojalá esto cambie alguna vez y tengamos una totalidad de gente que haga periodismo en serio.
En fin, estas son mis reflexiones. Lo escribí porque creo que no podía ser indiferente a todo lo que se está hablando y quería dar mi humilde opinión de cómo veo las cosas desde hace tiempo. Y no encontré mejor contexto que éste para hacerlo. Abrazo de gol (mi humilde homenaje para Perfumo).
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