domingo, 2 de diciembre de 2018

Independiente 0- Boca 1

Para llegar entonados. Sin jugar para nada bien. Tres puntos de oro en un estadio que se copió de las canciones de su amigo River. Ante un equipo que fue ampliamente superior, pero careció de puntería pese a tener al goleador del campeonato. Con un golazo del colombiano Cardona, Boca ganó el clásico 1-0 y mientras aguarda ansioso la revancha contra River, se prendió en el pelotón de arriba.

El primer tiempo fue todo un monólogo del Rojo. Presionó y asfixió la salida xeneize y generó situaciones claras que no concretó por falta de puntería. El equipo de Guillermo jamás hizo pie en la mitad de la cancha y rara vez la cruzó. Gigliotti erró varios goles (Andrada le tapó un remate cruzado) y hasta Nico Domingo se perdió un gol en el área chica. Entre Gago (gracias por todo, pero en Boca al trote no se juega, basta por el amor de Dios), Almendra y Chicco no paraban a nadie y los delanteros quedaban aisladísimos. Zárate de wing izquierdo no gravitaba, sólo podía tapar la subida de Bustos. El sostén fue el Flaco Andrada, muy seguro en los centros y arriesgado en las salidas como siempre. El arbitraje de Herrera fue lamentable: debió echar a Gigliotti por un planchazo a Gago y amonestó mal a Magallán. De todas formas era muy superior el equipo de Holan, mereciendo hasta sacar dos goles de ventaja.

El comienzo del segundo tiempo fue un poco más parejo y el Melli mandó a Cardona a la cancha. Y a los 12 minutos, en la única contra, hizo un golazo de afuera del área. El Rojo acusó el golpe, pero Boca se quedó con uno menos por la expulsión de Magallán y GBS debió ponerlo a Izquierdoz para rearmar la línea de cuatro. Se dieron un par de polémicas: gol anulado a Meza tras floja salida de Andrada (para mi lo carga) y una mano que sólo hubiera sido posible revisarla con un VAR. Por lo demás, Independiente intentó y empujó, y siguió siendo superior como en el primer tiempo, pero chocó con el larguirucho arquero xeneize, que con su estilo demuestra ser una garantía, a pesar de que tuvo leves fallas.

Algunas conclusiones para sacar: Gago una vez más demostró que no tendría ni que estar concentrado y el Gordo Cardona pide pista para estar minimamente en el banco frente a River. ¿Tevez? Hoy ni concentró y eso es todo un indicio. Guille lo quiere bien fresco para el domingo que viene, teniendo en cuenta el viaje largo y demás. Lo de Villa hoy fue de lo más flojo desde que llegó al club y Buffarini sigue sumando de a mil puntos para ganarle el lugar a Jara. ¿Llegará Pavón? Todo indica que sí, aunque no sé si iría de arranque. Wanchope y Pérez, que se sigue recuperando de su lesión ocular, son dos fijas. Y el Melli deberá descartar a Almendra, que iba a ser titular en el Monumental, pero hoy no rindió.

Lo que más importa es la revancha contra River, la finalísima de la Copa Libertadores, pero siempre es lindo ganar un clásico de visitante ante un buen equipo como Independiente. Hoy debo decir que jugamos horrible y merecimos hasta la derrota. Me quedo con una tranquilidad: el domingo que viene seguramente no vamos a jugar peor. Pero valoro muchísimo el triunfo, es muy importante para seguir sumando. Me permito recomendarle a Ariel Holan que sea más objetivo y coherente, porque cuando Pinola le hizo el penalazo a Benítez no lo escuché quejarse. Hasta lanzó una lluvia de flores para el River de Gallardo, a pesar de que lo chorearon. En cambio contra Boca siempre protesta y se queja.  A llorar a la llorería. Señor Holan, ya con esas actitudes estoy dudando de si usted realmente es hincha de Independiente, porque esas frases son de una gallina camuflada y resentida. Si yo fuera hincha del Rojo (por suerte no lo soy), me sentiría engrupido. Pero bueno, seguramente cuando llegue a su casa se fumará un habano con un whiskycito y se relajará un poco, además de seguir prendiéndole velas a San Napoleón para que no sumemos la 7ma. Nosotros vamos por eso...con todo en contra, pero como decimos siempre: Boca nunca teme luchar. Los que nos acusan de cagones son cabezas de termo que no entienden nada de la vida y siempre nos tienen envidia. ¡Hay que creer!

¡VAMOS POR ESA COPA, LEONES!

Clarín


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