En un primer tiempo enorme, Boca se hizo protagonista desde el arranque, manejando la pelota con muchísima precisión, partiendo del muy buen pie de Alexis Mac Allister. Muy buen partido también de Almendra y Campuzano en la contención, no complicándose en los pases. Pavón y Zárate intentando siempre y Benedetto expectante. A propósito: el hijo del Colo ya empezó a pelar credenciales con su golazo de afuera del área, su visión de juego y su intenso despliegue. Es quizás el volante más completo del plantel, por pegada, ida y vuelta y capacidad para moverse en todos los sectores. Anoche vi en él cosas de Juan Sebastián Verón. Las tiene. Y después de abrir el marcador con ese golazo, arrancó la jugada del segundo: pase filtrado a Mauro, que exigido con el arquero provocó un rebote que aprovechó Pipa para romper la red.
En el segundo tiempo Boca ya no tuvo la intensidad del primero y trató de salir de contra, Muy sólido López de 6, esta vez haciendo dupla con Goltz. Weigandt criterioso como siempre y Alfaro empezó a mover piezas. Ingresaron Capaldo, Villa, Tevez, Wanchope, Bebelo y hasta se produjo el debut del juvenil Juan Ramos Mingo. Pudo haber llegado el tercer gol, pero la impericia de los ingresados no lo hizo posible.
Lo más rescatable es que colectivamente el equipo se muestra mucho más dinámico, rápido y con la capacidad de hacer un presssing por momentos asfixiante como ya se había visto contra el América. A nivel individual, ilusiona la actuación del Coloradito Mac Allister. Veremos qué ocurre el miércoles ante Tijuana y si llegan los refuerzos que hacen falta. ¡Vamos Boca!
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